Los hogares españoles tiran a la basura más de 188 millones de huevos cada año, o lo que es lo mismo, casi seis huevos cada segundo que pasa. Y este despilfarro, traducido en términos económicos, cuesta al país una cifra cercana a los 23 millones de euros al año.
Al menos así lo alertan desde Too Good To Go, la app que lucha contra el desperdicio de alimentos en Europa, apuntando que en consumo de huevos en España está creciendo en los últimos años pero, a su vez, son muchos los huevos que se desperdician en el ámbito doméstico.
De hecho, según los datos del último informe sobre consumo alimentario en España elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2017 se desperdiciaron más de 11 millones de kilos de huevos en los hogares. Por lo tanto, que si un huevo pesa de media unos 60 gramos, los españoles estarían enviando al cubo de la basura más de 188 millones de huevos al año. Y lo más preocupante es el ritmo al que crece ese volumen de residuos. Según los cálculos de la plataforma se estarían desechando alrededor de 5,9 huevos cada segundo, un despilfarro que cuesta mucho dinero a los hogares, pues si el precio medio de un huevo es de 0,12€, se estarían tirando unos 22,6 millones de euros al año.
Objetivo, evitar el desperdicio de huevos
Y, para evitarlo, han lanzado el Huevo Challenge, un reto para enseñar a los consumidores a identificar si un huevo sigue siendo apto para el consumo o no antes de acabar enviándolo a la basura.
El principal motivo de tanto residuo sería la fecha de consumo preferente, pues según una encuesta de Too Good To Go a más de 2.000 personas, la mayoría de españoles tira huevos sin utilizar porque se han pasado de fecha. En este sentido, hay que recordar que la marca de consumo preferente indica que a partir de esa fecha el producto puede perder algunas propiedades, pero no supone riesgo para la salud y puede ser consumido.
Test de buen estado
En este caso un simple test en un recipiente con agua fría sería suficiente para saber si un huevo, cuya fecha ha expirado, está en buenas condiciones o no. Solo se necesita un recipiente hondo con agua fría. Si al introducir el huevo, este se hunde y se mantiene en el fondo significa que está en perfecto estado y se puede consumir sin problema. En caso de que al sumergir el huevo, este permanece hundido pero se mantiene de pie, significa que ya no está tan fresco pero aún puede consumirse. Si por el contrario el huevo flota en la superficie, este ya no está en buen estado y tiene que ser desechado.
