Desde 1980, muchos de los mejores profesionales de la restauración asturiana están agrupados en la Asociación de Fomento unidos por un objetivo común: recuperar los mejores elementos de la cocina tradicional asturiana sin perder por ello la capacidad de innovación y creatividad personales.
Una asociación que periódicamente realiza diferentes actividades con el fin de acercar este objetivo y que este año ha decidido otorgar su premio Restaurantes de Fomento de la Cocina Asturiana 2018 a Joan Roca, cocinero de uno de los restaurantes más importantes del mundo, El Celler de Can Roca (Girona, tres estrellas Michelin), por su importante aportación a la gastronomía, su capacidad formativa, su creatividad sin límites y por ser un estudioso de los alimentos y sus propiedades.
La Asociación de Restaurantes de Fomento de la Cocina Asturiana se creó en 1980, y actualmente es la más veterana de cuantas existen en la región, formada en la actualidad por algunos de los más laureados y reconocidos establecimientos de Asturias, como son Arbidel, Casa Fermín, Casa Gerardo, Casa Tataguyo, Del Arco, El Asador de Abel, El Retiro, La Pondala, La Taberna del Zurdo, Mestura y el Real Balneario.
Los premios Fomento de la Cocina Asturiana alcanzan este año su tercera edición, habiendo reconocido la labor en anteriores convocatorias del oftalmólogo Luis Fernández-Vega como embajador de Asturias, su gastronomía y su labor solidaria a través de su fundación, y del crítico Eduardo Méndez Riestra por los años de dedicación gastronómica y la publicación de su Diccionario de Cocina.
‘De bar de barrio a fábrica de sueños’, por Joan Roca
Por su parte, en la gala de entrega del premio —12 de febrero en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo— el chef Joan Roca ofrecerá una charla coloquio sobre la historia de su restaurante en la que echará la vista atrás para recordar sus orígenes en el bar de comidas de sus padres, donde creció, aprendió y emprendió hasta lograr que el sueño compartido con sus hermanos se hiciera realidad.
La fábrica de sueños vio la luz en su actual ubicación en 2007 tras muchos esfuerzos, y un firme compromiso con la innovación, la creatividad y la excelencia. Para los tres hermanos Roca —Joan, Josep y Jordi— su sueño se materializó el día que El Celler de Can Roca abrió sus puertas en su ubicación, un espacio que les permitió proyectar sus talentos individuales —cocina en el caso de Joan, vino dulce en el de Josep y cocina dulce con Jordi— en el mundo.
