Todo listo para celebrar la segunda edición del festival Portugalete Bizkaiko Txakolina Fest, que viene con un programa repleto de actividades, de música, gastronomía y una variada muestra de txakoli de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina.
Durante esta nueva edición 2023, que se celebrará el fin de semana del 10 y 11 de junio próximo, los wine bars de Bizkaiko Txakolina y la zona gastronómica de Eusko Label ofrecerán una muestra del txakoli y gastronomía local, mientras tiene lugar una variada programación musical, con actuaciones de Deep Sea Monk, Garilak 26, DJ Makala, Zelanda, Mou Trumpet y Arima Soul y también el Concierto de la Banda Municipal de Portugalete y la muestra Dantza Plaza con Portugalete Txistu Zaleak
Portugalete Bizkaiko Txakolina Fest
En la zona de conciertos se ofrecerán txakolis de varios estilos de veintidós productores de todas las comarcas y posibilidad de degustar txakolis, y se podrán adquirir tickets por valor de 5 euros canjeables en estas barras por dos txakolis de la categoría bereziak o por tres txakolis de añada.
En la zona Eusko Label se podrán degustar pintxos elaborados con algunos productos locales y asistir a una variada programación gastro: un showcooking con Zigor Iturrieta y el sumiller Iñaki Suarez, un taller gastronómico con los maestros artesanos de Demaio, una diversa muestra de txakolis con la sumiller Nerea Cuenco, un viaje a Japón con Sushi Gallery y Jose Mari Agirre, una muestra de vinos y quesos atlánticos y mediterráneos, un juego de maridajes con pintxos de Portugalete… Las entradas para estas actividades podrán adquirirse por un precio de 9 euros por persona.
Un poco de historia
En el pasado, la localidad vizcaína de Portugalete albergaba gran cantidad de viñedos y manzanales en las laderas de Azeta, Abatxolo, La Florida y Buenavista, así como bodegas y lagares en los bajos de las viviendas del Casco Histórico.
Por ello es conocida como la Villa Jarrillera, puesto que la tradición vitivinícola ha estado ligada a ella siglos atrás. Hace años la villa estaba rodeada de viñedos y en sus tabernas se ofrecían al público jarrillas de txakoli, una tradición que dio nombre al gentilicio jarrilleros y jarrilleras.
