Las buenas condiciones climatológicas de los últimos días han permitido una magnífica evolución de la maduración en el conjunto de la D.O. Calificada Rioja, manteniéndose el excelente estado vegetativo del viñedo y mejorando incluso el estado sanitario, que es muy bueno en general.

El Consejo Regulador ha realizado esta semana el primer control de maduración de la uva en todo el territorio de la Denominación, confirmando las excelentes expectativas cuantitativas y cualitativas que presenta el viñedo riojano en vísperas de la vendimia 2014.

El Boletín de Maduración elaborado por el Consejo con los resultados de los análisis de las muestras recogidas el pasado lunes 1 de septiembre confirma un adelanto de unos diez días en toda la Denominación respecto a la vendimia 2013, pero respecto a las campañas anteriores habría un retraso de al menos una semana.

El pasado 30 de agosto se vendimiaron de forma muy puntual las primeras uvas de esta cosecha 2014 en la localidad riojana de Alfaro y fueron de la variedad tinta tempranillo, mientras que a partir de hoy, día 3 de septiembre, se iniciará la vendimia de las variedades blancas más tempranas, como verdejo y tempranillo blanco, en la zona de Aldeanueva de Ebro.

Aunque la impresión general es muy positiva respecto a las expectativas que presenta el viñedo a fecha actual, al igual que ocurre en todas las campañas, la climatología de las próximas semanas será muy decisiva para la evolución de la maduración y para los resultados cualitativos que finalmente ofrezca la cosecha 2014.

Criterios de calidad

Los actuales criterios de calidad han permitido romper con algunos comportamientos del viticultor basados en la rutina. Elegir adecuadamente la fecha de vendimia resulta fundamental para obtener la máxima calidad del fruto cosechado: el objetivo principal es cortar la uva en su punto óptimo de maduración, cuando ésta presente el mejor equilibrio posible entre todos sus componentes.

Y para saber cuando ha llegado ese momento, el viticultor cuenta actualmente con la ayuda del Consejo Regulador, de la mano de sus Servicios Técnicos, que en la fase final del ciclo de la cosecha realizan el control de maduración de la uva con el fin de facilitar a todos los viticultores información técnica sobre las fechas de vendimia más adecuadas en cada localidad en función de la evolución del viñedo.

  • Para la toma de muestras se subdivide el territorio en veinte zonas vitícolas, dada la diversidad climática que presenta, coincidiendo la variación con su orografía y con la gradación progresiva de la altura del valle del Ebro, cuyas cotas van de 300 a 700 m. Los viñedos ‘testigo’ —57 en total— han sido elegidos teniendo en cuenta su grado de representatividad de la zona en que se ubican, tomándose en cada uno de ellos 100 bayas de 33 cepas diferentes (dos bayas son del hombro y una del ápice de cada racimo).
  • Las muestras recogidas por los veedores del Consejo son analizadas en los tres laboratorios oficiales de la Denominación: Estación Enológica de Haro, Estación Enológica de Olite y Casa del Vino de Laguardia. Los parámetros analizados son los que, al alcanzar el equilibrio idóneo entre sí permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva: peso de la uva, grado alcohólico probable, acidez total tártrica, pH, ácido málico, potasio, índice de polifenoles totales, antocianos e intensidad colorante.
  • El boletín semanal publicado por el Consejo Regulador con los resultados de los análisis especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad de uva, altitud y año de plantación del viñedo ‘testigo’ permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características.
  • El Consejo realiza semanalmente este control desde finales de agosto hasta el comienzo generalizado de la vendimia en el conjunto de la Denominación hacia principios de octubre.