La manzana Kanzi es una mezcla de la variedad Gala, jugosa y dulce, y la Braeburn, repleta de notas acídulas. Las notas agridulces crean una agradable combinación en la elaboración de muchas recetas y agregan un punto especial a un buen número de platos.
Su sabor agridulce y su textura crujiente la convierten en una excelente elección en la cocina, donde dan lugar a platos como esta Compota de manzana con mousse de chocolate.
Compota de manzana con mousse de chocolate
INGREDIENTES
Para la compota
- 1 manzana Kanzi
- 1 cucharada y media de azúcar
- 50 ml de zumo de manzana
- 50 ml de zumo de naranja
- 1 palo de vainilla, partido por la mitad longitudinalmente
- 1 palo de canela
- 1 estrella de anís
- 1 cucharada de agua
- Media cucharadita de fécula de patata disuelta en 1 cucharada de agua
Para la mousse
- 75 gr de chocolate negro
- 1 huevo (yema de huevo solamente)
- 1 cucharada de azúcar de vainilla
- ¼ cucharadita de canela molida
- 1 cucharadita de ron
ELABORACIÓN
- Funde el chocolate al baño maría.
- Mezcla la yema de huevo y el azúcar de vainilla en otro recipiente y calienta todo al baño maría también.
- Bate la yema de huevo y el azúcar de vainilla hasta que hayas obtenido el doble de volumen.
- Incorpora el chocolate fundido, el ron y la canela molida.
- Revuelve hasta obtener una mezcla suave y deja enfriar a temperatura ambiente.
- Bate la nata hasta conseguir que esté a punto de nieve y luego incorpora la mezcla de chocolate.
- Enfría la mousse durante dos horas en el refrigerador.
Para la compota
- Pela la manzana y pícala o córtala.
- Vierte el azúcar en un cazo y calienta a fuego medio.
- Tan pronto como el azúcar se dore, agrega las rodajas o los cubos de Kanzi® y viértelos sobre la manzana y el zumo de naranja.
- Agrega un poco de anís estrellado, una rama de canela y el palo de vainilla partido por la mitad y reduce la mezcla a la mitad.
- Por último añade la fécula disuelta y revuelve correctamente. Deja que la compota se enfríe en el refrigerador.
- Sirve la compota con la mousse.
El ciclo de una manzana
La historia empieza con el cruce de las variedades Gala y Braeburn, el terreno perfecto, el clima óptimo para su crecimiento, y un agricultor que debe esperar dod años antes de que las primeras manzanas vean la luz.
Durante el inverno los árboles están ‘descansando’ después de un largo e intenso periodo de productividad. El agricultor prepara sus árboles para la temporada siguiente: los corta para darles la forma correcta y la vitalidad que necesitan para lograr una producción óptima el próximo año. Cada árbol necesita atención individual, una tarea que ocupa desde noviembre hasta marzo.
En primavera, los días se alargan, la temperatura sube, los árboles despiertan. Cuando florecen en primavera, los manzanos se visten con miles de flores. Gracias a la estrecha colaboración con apicultores, se colocan colmenas en los pomares. Las abejas ayudan a polinizar las flores, lo que marca el inicio del proceso de crecimiento.
Llega el verano y las manzanas están en los árboles, aún pequeñas, pero se puede ver cómo crecen semana a semana. Se retiran las frutas deformadas, asegurándose de que todas las manzanas pueden recibir los nutrientes necesarios.
Y, finalmente, después de una media de 152 días, llega el momento de recolectar las manzanas Kanzi justo cuando se cumplen todos los criterios: la fruta ha madurado a la perfección, tiene el contenido correcto de azúcar, la pulpa tiene una firmeza óptima y el color es de un rojo intenso. Las manzanas se recolectan a mano y se envasan con el mayor de los cuidados, para después llegar hasta el almacén, donde se transportan en agua para protegerlas en perfectas condiciones.
Después de envasarlas y almacenarlas cuidadosamente, están listas para continuar su camino hasta el consumidor local, quien puede estar seguro de que recibirá la mejor manzana posible.





