Un nuevo estudio ha venido a validar uno de los principales argumentos de los defensores del establecimiento de una actividad de turismo sostenible en áreas naturales protegidas, confirmando que el ecoturismo es rentable. Al menos así es en el caso de las diversas acciones llevadas a cabo en Costa Rica en este sentido.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), desvela que las comunidades próximas a las áreas protegidas en Costa Rica presentan un índice de pobreza más bajo en comparación a otras áreas.
Los autores, los economistas Paul J. Ferraro de Georgia State University y Merlin M. Hanauer de Sonoma State University, le atribuyen la mayoría de los beneficios a las oportunidades que ofrece el turismo: “Nuestro análisis sugiere que cerca de dos tercios de la reducción del índice de pobreza asociado con el establecimiento de las áreas protegidas en Costa Rica es causalmente atribuible al turismo”, afirman.
Para entender los mecanismos mediante los cuales las políticas de conservación del ecosistema afectan el índice de pobreza es necesario reunir pruebas en base a las características de cada política o de cada país. En el caso de Costa Rica se trata de un país conocido por sus inversiones públicas y privadas en ecoturismo, así como por la promoción de éste desde las instituciones públicas.
Certificación OMT
Esta filosofía se ha materializado en el sello de Certificación de Sostenibilidad Turística (CST) —reconocido por la Organización Mundial de Turismo (OMT) como “un programa ejemplar que ha logrado cambiar la forma de hacer turismo”— que implica ofrecer a los turistas mucho más que unas simples vacaciones: se trata de promover la conciencia medioambiental, así como la implicación con el desarrollo de las comunidades locales y el respeto por sus tradiciones y cultura, lo que revierte en el viajero en la vivencia de una experiencia única e inolvidable y a la vez en la mejora de la calidad de vida de las clases más desfavorecidas.
Día a día se engrosa la lista de las empresas turísticas que reciben dicha distinción y manifiestan su compromiso con la sostenibilidad a través de acciones concretas como la gestión adecuada de los residuos, el uso racional de los recursos, la protección ambiental, el respeto por la cultura local y la contribución al desarrollo de las comunidades.
La defensa y promoción de esta política turística es lo que ha posicionado a Costa Rica como el líder mundial en turismo sostenible y hace que los viajeros que opten por este bello país vivan una experiencia en la que disfrutar de sus recursos naturales así como de la idiosincrasia de sus comunidades y beneficiarse de una experiencia sin ingredientes artificiales.
