El tranvía de Sevilla se viste de feria. Tío Pepe le engalana con traje de lunares y sombrero de ala ancha, la mejor indumentaria para celebrar la cita sevillana más importante, la famosa Feria de Abril.
Hasta el próximo 3 de mayo los usuarios del tranvía de Sevilla disfrutarán de una campaña original y creativa, que pone un toque de color e inunda de aire festivo a la ciudad en estas fechas tan señaladas para todos los residentes y turistas que asisten a la internacionalmente famosa Feria de Sevilla.
Enclaves singulares de la capital andaluza como La Catedral de Santa María de la Sede o La Giralda serán testigos de este viajero tan especial: el tranvía vestido de lunares y sombrero de Tío Pepe. Este perfecto embajador andaluz protagonizará miles de instantáneas en las calles de la capital hispalense.
La Feria de 2015 se inaugura oficialmente con ‘la noche del pescaíto’ el próximo lunes 20 de abril a las 24:00 horas, cuando se enciendan las miles de bombillas que iluminan la portada y las calles del recinto. Finalizará el domingo 26 de abril a las 24:00 horas con el lanzamiento de fuegos artificiales.
Un poco de historia
En el año 1842 Sevilla vivió momentos realmente difíciles. La ciudad se iba medio restableciendo de los quebrantos económicos que la invasión francesa dejó en el país y, ya en plena desamortización, se iniciaron incluso aventuras industriales. A finales de ese año un huracán dejó Sevilla arrasada. No estaban los sevillanos para muchas alegrías en aquellos días. Les hacía falta un revulsivo que les hiciera desprenderse de tanta sombra de crisis, de tanto pesimismo.
Y, quizás para intentarlo, a dos concejales del municipio se les ocurrió la idea genial: la de solicitar por escrito al Pleno la recuperación de las ferias de Sevilla, una en abril y otra en septiembre. Lo de recuperar tenía todo el sentido, que no en vano el permiso para celebrar ambas lo otorgó Alfonso X el Sabio en 1254, 6 años después de que su padre conquistara Sevilla. Los dos peticionarios fueron dos sevillanos de adopción, dos de los muchos inmigrantes que se enamoraron de Sevilla. José Mª Ybarra y Narciso Bonaplata, un vasco y un catalán.
Así lo entendió el Pleno del Municipio que inmediatamente se puso manos a la obra y solicitó de la reina Isabel II «una feria anual en los días 19, 20 y 21 de abril», dejando la de septiembre para más adelante. Una comisión municipal estudió todos los pormenores, hizo sus presupuestos y lo presentaron para su aprobación a la figura equivalente a lo que hoy pudiera ser el delegado del gobierno, el cual impondría una sola modificación. Las fechas feriales deberían ser las del 18, 19 y 20 para no molestar a la feria de Carmona, coincidente en el tiempo con la propuesta inicial.
Y así nació la primera de los tiempos modernos. Se aprobó por el Ayuntamiento el día 18 de septiembre de 1846 y se inauguró el 18 de abril de 1847 en el prado de San Sebastián, con 19 casetas y con un éxito tal de público y de negocio que, ya al año siguiente, se dirigían los encargados de organizar la venta de ganado al municipio para pedirle una mayor presencia de agentes de la autoridad porque «los sevillanos y sevillanas, con sus cantes y bailes, dificultaban la realización de los tratos».
Sevilla, que venía siendo acuciada por un auténtico síndrome de penuria económica y de desánimo, encontró la solución con la Feria de Abril. Negocio, copas de manzanilla, cantes, bailes, alegría… Sevilla en pocas palabras.
