Probablemente no haya un plato más entrañable e integrado en nuestras costumbres de Semana Santa que la torrija, ese tradicional dulce por excelencia tan esperado en esta época. Y este año, más que nunca, nos merecemos un buen capricho, como esta rica torrija de Baileys con helado de galleta.
Tradicionalmente, el dulce por excelencia de la Semana Santa madrileña es la torrija, una receta que salió de los fogones de los conventos y palacios del siglo XV para pasar directamente a los hogares de todos los madrileños, gracias a la facilidad para elaborar que este postre casero a partir de los sencillos restos de pan de días anteriores.
Las torrijas fueron, durante siglos, un alimento sencillo, un producto barato que ayudaba a recargar fuerzas mediante dos alimentos básicos, el pan y la leche. Al ser tan saciante y calórico, comenzó a consumirse en la Cuaresma para compensar los períodos de abstinencia que pautaba la tradición religiosa.
Algunas fuentes vinculan su origen a los romanos, aunque otras lo atribuyen a un motivo completamente distinto: que comenzaron a prepararse para aliviar el dolor de las madres al dar a luz y favorecer su recuperación.
Sea como fuera, el hecho es que a principios del siglo XX, perdieron parte de su vinculación religiosa y empezaron a ser habituales en las tabernas madrileñas acompañadas de una copita de vino.
Con el paso del tiempo, la tradicional elaboración se ha ido enriqueciendo y sofisticando, y hoy en día existen versiones como esta Torrija de Baileys con helado de galleta, una receta ofrecida por Montes de Galicia, restaurante gallego ubicado en Madrid.
Torrija de Baileys con helado de galleta
INGREDIENTES
- 1 rodaja de pan (un poquito dura y con miga densa)
- 1 huevo
- ½ vaso de leche
- 1 ½ cucharada sopera de licor Baileys
- 1 cucharada sopera de crema de orujo
- Una cucharadita de canela
- 25 g de azúcar moreno
- Aceite de oliva
- Helado de galleta
ELABORACIÓN
Mezclar la leche, el Baileys, la crema de orujo y la canela para hacer la infusión y hervir durante unos 10 minutos (al gusto, añadirle en este paso un poquito de azúcar, o no).
Una vez hervidos los ingredientes y realizada la infusión colocarla en un plato hondo. A continuación, introducir la rodaja de pan un total de 40 minutos, 20 minutos por un lado, 20 minutos por el otro.
Pasados los 40 minutos, y una vez que el pan está empapado e impregnado de sabor, sacarlo y rebozarlo con el huevo batido. A continuación, freír la torrija con aceite caliente. Una vez que esté doradita por un lado, darle la vuelta para que se dore por el otro.
Añadir el azúcar moreno, y presentar con el helado de galleta.
