Si nos referimos a Flandes, una de las tres regiones que componen Bélgica, es imposible no pensar en un producto tan tradicional y tan delicioso como el chocolate. Desde hace años, la compañía organizadora de viajes Culinaire Walks organiza una serie de paseos gastronómicos por la ciudad de Amberes. Diez rutas que combinan la antigua […]

Si nos referimos a Flandes, una de las tres regiones que componen Bélgica, es imposible no pensar en un producto tan tradicional y tan delicioso como el chocolate. Desde hace años, la compañía organizadora de viajes Culinaire Walks organiza una serie de paseos gastronómicos por la ciudad de Amberes. Diez rutas que combinan la antigua cultura e historia de esta zona con lo mejor de su gastronomía.

Una de las más populares, dada la tradición de la ciudad, es la “Aventura de Chocolate”. Los que participan en ella se inician en un tour en el que se aprende el origen e historia del chocolate desde un punto de vista histórico. Desde sus comienzos en el pueblo maya, hasta su llegada a Europa y posterior solidificación tal y como ahora lo conocemos. Un recorrido por el centro de la ciudad que pasa por diferentes lugares relacionados con este delicioso alimento, al tiempo que los paseantes pueden probar y disfrutar las diferentes formas de elaboración de este producto.

El final de ruta tiene lugar en una antigua bodega originaria del siglo XIV, en la que se realiza una degustación especial, en la que los más atrevidos podrán aventurarse a métodos de cata tan novedosos como el de esnifar chocolate, una experiencia diferente que disfrutar y contar a la vuelta del viaje.

Brujas, para no perdérsela

Y ya que se tiene la ocasión de estar en Flandes, nada mejor que aprovechar el viaje para acercarse a la increíble ciudad de Brujas donde el hotel Navarra, que ocupa una elegante mansión del siglo XVII ubicada a 3 minutos a pie de la plaza principal, ha planificado para este verano una oferta de alojamiento consistente en una estancia de tres noches al precio de dos, con actividades paralelas como una tarde de compras, una cita con la música en el el auditorio Concertgebouw y una posterior cena en el Bistro Christophe, que permanece abierto hasta la 1 de la madrugada.

El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. Aunque en gran parte reconstruido, este centro urbano es uno de los más atractivos en Europa, ya que mantiene intactas las estructuras arquitectónicas medievales.

Al igual que Ámsterdam y Estocolmo, entre otras, Brujas es conocida como la Venecia del norte debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad, y a la belleza de los mismos. De hecho, el nombre de la ciudad proviene del término flamenco Brug, que significa «puente».