La Comunidad de Madrid produce 7.600 toneladas de melón al año de trece variedades locales diferentes, con una superficie de producción de más de 400 hectáreas de las que el 65 % son de secano, una fruta cuyo consumo en la propia región ascendió a 47,3 toneladas durante el pasado año 2019, destinando el resto […]
La Comunidad de Madrid produce 7.600 toneladas de melón al año de trece variedades locales diferentes, con una superficie de producción de más de 400 hectáreas de las que el 65 % son de secano, una fruta cuyo consumo en la propia región ascendió a 47,3 toneladas durante el pasado año 2019, destinando el resto a otros mercados.
Desde el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario, y Alimentario (IMIDRA) se viene realizando una importante labor que ha permitido recuperar hasta 30 variedades de melón, rescatando, además, una serie de semillas que corrían el peligro de desaparecer por su escasa producción y limitada distribución. Desde su creación, el IMIDRA ha recuperado casi 195 variedades hortofrutícolas de la Comunidad de Madrid perdidas y propias de las comarcas Sierra Norte y Las Vegas. De todas ellas, más de una tercera parte (75) se han recuperado desde el año 2011, destacando las 59 variedades de judía recuperadas, las 42 de tomate o las 30 de melón.
Museo del melón en Villaconejos
El vínculo de los melones con Villaconejos data del siglo XVI. Por aquel entonces se trataba de melones negros y alargados, pertenecientes a variedades que hoy en día tienen un carácter residual, al haber sido sustituidas por otras, más productivas, como la Sancho, perteneciente a la conocida variedad Piel de Sapo que se caracteriza por ser más productiva y tener mayores posibilidades comerciales en los circuitos de mercado. Precisamente, la conservación de semillas tradicionales por los agricultores ha permitido que el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario, y Alimentario, IMIDRA, las haya sometido a prospección y conservación para generaciones futuras de agricultores.
Villaconejos cuenta, también, con industrias de envasado y clasificación de melones que proceden de otras regiones. Además, es el único municipio en el mundo que alberga, desde 2003, un museo dedicado al melón, cofinanciado por el Gobierno regional y el Ayuntamiento de la localidad.
