Hace más de 2.000 años ya se producía sal en el llamado Valle salino de Añana. Y hace 1000 años, antes incluso de que existieran las actuales ciudades de Vitoria, San Sebastián o Bilbao, ya existía una importante villa fundada en los alrededores de la explotación, una salina de interior que ocupa alrededor de 120.000 […]
Hace más de 2.000 años ya se producía sal en el llamado Valle salino de Añana. Y hace 1000 años, antes incluso de que existieran las actuales ciudades de Vitoria, San Sebastián o Bilbao, ya existía una importante villa fundada en los alrededores de la explotación, una salina de interior que ocupa alrededor de 120.000 m² del fondo de un valle en el municipio alavés de Añana.
Después de siglos de historia, ahora Sal de Añana presenta dos nuevas sales gourmet: la Flor de sal al vino de Marques de Riscal, una escama de “sal y vino” especial por su textura en boca, aromas balsámicos y especiados, notas de frutos rojos maduros y con un leve recuerdo a madera de roble.
Un original producto para dejar en la mesa y que los comensales puedan verla, tocarla, disfrutarla y decidir que punto de sazón quieren en sus platos, con el resultado de una sazón muy fina, agradable y a su vez una textura crujiente en boca.
Y por otro lado, la Sal líquida mineral, un líquido natural que se forma cuando el agua dulce atraviesa los depósitos subterráneos de sal sólida que se formaron al desaparecer un mar de hace 200 millones de años.
Una nueva propuesta que ayuda a cuidar la salud, ya que contiene minerales beneficiosos para el cuerpo humano y se necesita una menor cantidad de sal para potenciar el sabor de los alimentos.
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