Un pan elaborado con harina integral blanca, más rico en fibra, más sabroso y, a la vez, un pan bajo en calorías y con bajo impacto glucémico. Por lo tanto, un pan muy saludable que contiene en mayor proporción ácido ferúlico y polifenoles.
La panadería madrileña Quadra Panis ha introducido en el mercado español un pan elaborado con harina integral blanca obtenida de la molienda y tamizado de una mezcla de granos de trigo cuidadosamente seleccionados. A la harina se le ha agregado salvado de trigo y sometido a un exclusivo proceso de refinamiento.
El resultado es un pan integral blanco con un toque de avellana que, al haber reducido o eliminado las sustancias menos recomendables de los panes integrales y realzado aquellas más beneficiosas para la salud, lo que queda finalmente es un pan muy rico en fibra, bajo en calorías, muy digestivo, muy agradable al paladar y de bajo impacto glucémico. Y, por si fuera poco, tiene un aspecto muy apetitoso y se conserva durante más tiempo.
Y es que la harina integral blanca utilizada en su elaboración es una fuente de fibra soluble de primer orden, con un contenido de 3,2 gramos de fibra por cada 100 gramos, lo que supone que en la práctica contiene un 20% más fibra que un pan integral cien por cien. De hecho, sus impulsores aseguran que se trata del pan blanco con más fibra que existe en el mundo. Además, el aprovechamiento por parte del organismo es muy superior: el salvado utilizado tiene una biodisponibilidad de fibra soluble superior al 20% sobre el salvado tradicional. La biodisponibilidad de una sustancia, en este caso de la fibra, es la proporción de fibra que nuestro organismo absorbe y que utiliza para las funciones corporales normales.
Lo mejor del blanco y del integral
Otra de las virtudes de esta harina es que elimina del salvado aquellos elementos que, en otros panes integrales cien por cien, confieren al producto un sabor amargo, molestias al masticar y, en ocasiones, fenómenos de irritabilidad del colon. Al eliminarla, se han tratado de evitar todas estas molestias para el organismo, a la vez que se obtiene un pan mucho más sabroso.
Un pan más rico en fibra, más sabroso y, también, un pan bajo en calorías y con bajo impacto glucémico. El pan integral blanco es, por tanto, un pan muy saludable. Más incluso que otros panes, ya que contiene en mayor proporción ácido ferúlico y polifenoles. Se trata de dos sustancias de alto poder antioxidante y, por tanto, muy beneficiosas para la salud porque contribuyen a reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y cáncer. También al utilizar esta harina hemos conseguido un pan que absorbe mejor que otros del mercado minerales importantes como el calcio y el hierro.
La harina integral blanca es idónea para elaborar productos de horno de fermentación media, lo que equivale a un tiempo de 20 horas. El resultado es un pan con un característico color dorado y de aspecto muy apetitoso. Y, sobre todo, con una capacidad de conservación más alta. Además, está libre de olores, alteraciones, adulteraciones y no presenta contaminación.
