La Ruta del Vino de Rueda da la bienvenida a la primavera con una experiencia enogastronómica. Desde hoy viernes y hasta el próximo 29 de marzo la Semana del Tapeo de Primavera reúne a diez establecimientos que ofrecen una selección de tapas maridadas con vinos de Rueda a un precio unificado de 2,50 euros.
Tapas todas ellas elaboradas con los mejores productos de mercado e ingredientes de temporada, como lomo de cerdo ibérico, endivias, chipirones, gulas, cecina, jamón, bacalao, frutos secos o níscalos: Chipirón de primavera, Tapa vega, Hojaldre de pollo y verduras, Endivias primaverales, Croqueta casera de atún y huevo, Lacón con pimientos, Buñuelo de Bacalao, Delicia de Tudela, Lomito de primavera y Bacalao al Ajo Arriero son las tapas ofrecidas en esta primera edición de la Semana del Tapeo de Primavera a lo largo de la Ruta del Vino de Rueda.
Los establecimientos participantes son Bar Casino, Continental, La Mejillonera, La Tapería de la Plaza, Los Álamos y Villa de Ferias en Medina del Campo; Bodegón de Nava, en Nava del Rey; Mesón de Pedro en Matapozuelos, Mesón La Posada de Toño en La Seca; y Posada El Foro, en Rueda.
A la orilla del Duero
La Ruta del Vino de Rueda se ubica en pleno corazón de Castilla, circunscrita a la Denominación de Origen Rueda, extendiéndose a lo largo y ancho del margen izquierdo del río Duero. Abarca la provincia de Valladolid, colindando con Ávila y Segovia, y está integrada por trece municipios que ofrecen una muestra de la riqueza turística e histórica de esta región vitivinícola por excelencia.
Las condiciones climáticas y las características orográficas de sus suelos convierten a esta zona en privilegiada para el cultivo de la vid, especialmente la uva autóctona Verdejo, y confiere a sus vinos de una personalidad con características muy especiales. Sus orígenes vitivinícolas se remontan al siglo XI y desde entonces hasta hoy el cuidado de la vid y la elaboración de vino han dotado a esta tierra de una cultura y tradición que se ve reflejada en todos los aspectos de su personalidad, desde sus gentes a sus manifestaciones artísticas.
Comer por la zona
Sin olvidar la gastronomía, que adquiere un papel protagonista. La cocina tradicional, elaborada con mimo y cariño llega hasta nuestros días con un aire renovado. La innovación se une a la tradición para sacar el máximo partido a unas materias primas de primera calidad, especialmente el lechazo asado con Indicación Geográfica Protegida (IGP) o el cochinillo, ambos asados en horno de leña, las lentejas de La Armuñas, los garbanzos de Fuentesaúco o las setas y hongos en otoño.