La tradicional sopa de cebolla preparada, ya sea de sobre o de bote, resulta siempre una buena solución para un momento de apuro culinario, especialmente ahora que empiezan los fríos y apetecen este tipo de platos calentitos. Pero precisamente por tradicional, a veces aburre su preparación standard, siempre con buen resultado, pero siempre idéntico. Para […]

La tradicional sopa de cebolla preparada, ya sea de sobre o de bote, resulta siempre una buena solución para un momento de apuro culinario, especialmente ahora que empiezan los fríos y apetecen este tipo de platos calentitos.

Pero precisamente por tradicional, a veces aburre su preparación standard, siempre con buen resultado, pero siempre idéntico. Para cambiar, podemos recurrir a las llamadas ‘versiones B’, o dicho de otro modo, a los ‘usos alternativos’ de este habitual producto.

Por ejemplo:

Versión B-1: Cómo hacer una falsa Sopa Castellana en un pis pas

Preparamos la sopa siguiendo las instrucciones del fabricante, pero a mitad de cocción le añadimos unas migas de pan del día anterior, previamente pasadas –muy poco tiempo- por una sartén con un toque de aceite de oliva. Y apenas dos minutos antes de finalizar la cocción, añadimos un huevo, roto (no batido) y un pellizco de perejil. Obtendremos una seudo-sopa castellana, bastante admisible para unas prisas.

Versión B-2: Cómo darle un toque especial a unas sencillas Hamburguesas

Mezcla en un recipiente la carne picada con el contenido de un sobre de sopa de cebolla, un huevo, una cucharadita de aceite de oliva, y un toque de tomillo. No suele necesitar sal, porque el extracto de la sopa ya es suficientemente sabroso. Con esta masa formamos las hamburguesas, y a la plancha. También se pueden rebozar en harina y huevo, para obtener unos originales filetes rusos.

Versión B-3: Cómo preparar un Pollo Oriental facilón

Partimos de unas pechugas de pollo fileteadas. Las pasamos por huevo batido y por el contenido del sobre de sopa. Freímos en aceite abundante hasta que se doren por fuera, sin necesidad de que queden completamente hechas. Pasamos los filetes a una bandeja apta para el horno. Les añadimos por encima un toque de comino en polvo y cubrimos todo con nata líquida para cocinar. Horneamos unos 15 ó 20 minutos, y ya tenemos listo el pollo oriental.