Las algas son un conjunto muy variado de vegetales que viven ligados a la vida acuática —al menos en algún momento de su vida— y el agua de mar, en la que encuentran todos los elementos necesarios para su desarrollo, y cuya fuente de energía es la luz solar.
Con formas muy variadas —láminas, cintas, cilindros, filamentos, arbustos…— las algas más simples están constituidas por una sola célula, y las más complejas son pluricelulares, con una estructura que recuerda a los vegetales terrestres. Su gran riqueza cromática se puede agrupar en cuatro gamas básicas de colores: verdes, rojas, pardas y verde-azuladas.
Aunque en nuestras costas se encuentran muchas especies distintas de algas, sin embargo, sólo unas pocas se comercializan para uso alimentario, y se comen fundamentalmente porque son verduras muy sanas y nutritivas. Destaca su gran riqueza en vitaminas y minerales, elementos hoy escasos en los alimentos más comunes de nuestra dieta tradicional. Tienen muchos minerales y algunos de ellos, como el calcio, magnesio, hierro, fósforo, potasio o yodo, en la cantidad suficiente para cubrir un porcentaje muy amplio de la cantidad que se recomienda ingerir diariamente. Son alimentos que aportan gran diversidad y cantidad de vitaminas, como vitamina A, C o vitaminas del grupo B tan escasas y necesarias hoy en día.
Algunas son muy ricas en proteínas, por lo que se recomienda su inclusión en las dietas vegetarianas o dietas pobres en proteínas animales. Son ricas en fibra y fitocoloides, sustancias que actúan favoreciendo la movilidad intestinal y además sacian, por lo que son adecuadas en dietas de adelgazamiento. Son pobres en grasas e hidratos de carbono, por lo que son un alimento recomendado en dietas hipocalóricas.
Además de ser sanas y nutritivas tienen sabores, texturas y colores que las hacen muy versátiles en la cocina, dando lugar a elaboraciones tan sabrosas como este Bacalao confitado sobre pilpil de codium, una receta de Antonio Amenedo (Pazo de Santa Cruz) ofrecida por Porto-Muiños, una empresa gallega con sede en la localidad de Cerceda (A Coruña), cuyas algas se distribuyen en todos los puntos de la geografía española, y en distintos países de los cinco continentes.
Bacalao confitado sobre pilpil de codium
INGREDIENTES
- 2 lomos de bacalao de unos 180 g cada uno
- 100 g de codium
- 1 chorro de aceite
- 300 cl de nata
- 4 dientes de ajo
- 500 cl de aceite
ELABORACIÓN
Poner el codium y un chorro de aceite en la batidora. Para suavizar el sabor del codium, añadir la nata.
Subir la temperatura para que no se monte la nata y verter en un sifón para hacer la espuma ( falso pilpil).
Dorar los ajos en aceite, retirar y colocar el bacalao en la sartén. Retirar del fuego y dejar que se confite en el aceite durante 8 minutos.
Servir los lomos sobre el falso pilpil y adornar con unos ajitos laminados.





