Carritos de helados que utilizan energía solar para refrigerar los productos, con una autonomía de funcionamiento de diez horas y que, además, consumen una décima parte de los carritos de helados tradicionales. Los primeros prototipos se encuentran ya en parques de ocio de Parques Reunidos de Madrid y Tarragona, y en playas de Asturias.
Desarrollados por el departamento internacional de I+D de Unilever, el objetivo principal de esta recién estrenada generación de carritos de helados que utilizan energía solar para mantener los productos en su punto óptimos de temperatura, es promover un nuevo modelo económico sostenible, orientado a ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas al mismo tiempo que se respeta el medio ambiente.
Porque se trata de equipos híbridos que durante el día funcionan mediante energía solar, y por la noche se recarga la batería de las neveras desde la red eléctrica para mantener el frío, lo que permite que, en comparación con las neveras convencionales —que deben estar conectadas a la electricidad las 24 horas— los nuevos carritos consuman una décima parte de energía.
Carritos de helados sostenibles…
“Gracias al uso de energías renovables hemos podido desarrollar unos carritos solares que nos ayudan a reducir el consumo de energía hasta una décima parte con respecto a los anteriores. Al utilizar este tipo de carritos podemos reducir nuestra huella de carbono, al mismo tiempo que generamos un gran impacto dentro de la comunidad y nuestros consumidores y consumidoras”, comenta Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España.
Tras una primera fase de prueba en India y Estados Unidos el pasado año 2018, los primeros prototipos se han mejorado, dando lugar a la versión optimizada que este verano funciona ya en España y Reino Unido. En concreto, en España se pueden encontrar cinco dispositivos: tres en Madrid —Parque Warner, Faunia y el Zoo—, otro en Tarragona, en el Aquópolis Costa Dorada en la Pineda Vila-seca, y el quinto carro solar se encuentra en la Playa de Aguilar, en la localidad asturiana de Muros de Nalón.
… y solidarios
Además de apostar por una solución más sostenible, los carritos de helados solares buscan también un objetivo solidario: estos cinco primeros ejemplares se encuentran en manos de participantes del proyecto Soy Frigo, una iniciativa que brinda oportunidades de empleo a jóvenes y colectivos en riesgo de exclusión social o en situación de vulnerabilidad, al mismo tiempo que desarrolla acciones para el cuidado y el respecto por el medio ambiente.
El proyecto tiene como objetivo crear 100.000 empleos en todo el mundo hasta 2020, para mejorar la tasa de empleo juvenil. Con la iniciativa, los jóvenes tendrán la posibilidad de mejorar su empleabilidad y vivir experiencias profesionales gestionando un punto de venta de helados móvil. Previamente, recibirán una formación profesional basada en materias como el desarrollo personal, técnicas de ventas, despacho de punto de venta minorista y hasta un curso de manipulación de alimentos, con idea de mejorar sus aptitudes y capacidades futuras.
