Los criterios ASG —aspectos medioambientales, sociales y corporativos— influyen cada vez más en las decisiones de un nuevo tipo de consumidor para el que estos aspectos o criterios se han convertido en un pilar fundamental en todos los ámbitos del día a día de las empresas.
De hecho, según diferentes estudios, los clientes están desplazando su gasto hacia productos que se han posicionado a favor de criterios ASG, por lo que la llegada de buenas prácticas en estas materias se ha extendido rápidamente entre las diferentes marcas y empresas de todos los sectores incluyendo, naturalmente, al de la restauración.
Claves para hacer que un establecimiento de restauración sea sostenible
Por ello, desde Estrella Galicia han querido compartir una serie de consejos para conseguir que las empresas de restauración sean más sostenibles y comenzar su tránsito desde un modelo lineal a otro circular:
Emplear el ecodiseño en la fase de concepción y creación de los nuevos establecimientos. La construcción de un nuevo espacio es el momento idóneo para aplicar estándares de sostenibilidad y ecoeficiencia que minimicen el impacto ambiental. Criterios que abarcan diferentes ámbitos durante el proceso de dar vida al futuro local, desde la elección de los materiales y el mobiliario empleados, hasta la concepción del entorno, donde se deben valorar cuidadosamente las opciones de iluminación o climatización, buscando siempre la máxima eficiencia energética. Esto también permitirá disminuir las emisiones de CO2 minimizar otros consumos y reducir gastos a medio y largo plazo.
Evitar el desperdicio alimentario. Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), casi el 25 % del desperdicio alimentario que se produce en el mundo proviene de la restauración. Para hacer frente a este problema hay muchas medidas que se pueden adoptar como, por ejemplo, estudiar el aforo medio del establecimiento para planificar y comprar una cantidad de comida acorde, favorecer la creatividad introduciendo recetas de cocina de aprovechamiento, realizar un almacenamiento del producto adecuado para alargar la vida útil de los alimentos perecederos o facilitar al usuario el llevarse a casa, sin coste adicional, la comida que no haya consumido durante su estancia.
Favorecer el uso de formatos ‘cero envase’. Si reducir los residuos alimentarios es importante, también lo es reducir el impacto medioambiental de los envases de las bebidas. Servir cerveza de bodega y utilizar envases retornables o elaborados con materiales reciclados son algunas de las opciones a disposición de los establecimientos para ser más sostenibles y situarse a la vanguardia del sector en términos de circularidad.
Adoptar buenas prácticas en la gestión del consumo energético, la gestión del agua o los procesos de limpieza. En el día a día es cuando se pone a prueba el compromiso de los establecimientos de restauración con la sostenibilidad. Un equipo humano implicado, y que haya recibido la formación teórico-práctica necesaria en materia de sostenibilidad, es fundamental para incorporar a la rutina de la empresa todos los procesos diseñados para reducir el impacto y que también suponen un efecto real de mejora integral medioambiental.
