Cada día más personas se animan a practicar el oleoturismo. Y, en el caso de Cataluña, los olivos forman parte de su paisaje desde hace milenios y han impregnado la cultura de sus tierras, de modo que planificar un recorrido por sus molinos y productores es una estupenda forma de sumergirse en la cultura catalana a través de un elemento primordial de la dieta mediterránea: el aceite.

Un territorio que cuenta con la mayor concentración de olivos milenarios del mundo y, aunque las técnicas de producción han evolucionado con el paso de los años, en Cataluña todavía es posible viajar al pasado para descubrir cómo se producía el aceite hace siglos a través de los más de cuarenta molinos de aceite visitables en los que todavía se pueden ver las herramientas más tradicionales para elaborar el mejor aceite de oliva proveniente de variedades de aceituna como la arbequina, la argudell, la Farga, la morruda, la becaruda, la vera o la corbella.

Cinco denominaciones 

Y, para hacer todavía más atractiva la visita oleoturística, Cataluña cuenta con cinco denominaciones de origen protegidas de aceite de oliva, cada una con un aceite con un aroma y un cuerpo bien diferenciados:

DOP Les Garrigues. Una de las comarcas catalanas con más tradición en la producción de aceite de una extraordinaria calidad a partir de dos variedades, la arbequina y la verdiell, que dan como resultado un aceite afrutado de aceituna fresca, denso y gustoso, con aromas que recuerdan a la hierba, la hoja, el tomate y la almendra verde. En la visita a esta zona no hay que perderse el Parc Temàtic de l’Oli, en Les Borges Blanques (Lleida), donde puede verse la prensa de aceite más grande del mundo, una colección de vinagreras provenientes de 45 países y 54 olivos milenarios de la época romana.

DOP Siurana. En el Camp de Tarragona hace más de mil años que se elabora aceite utilizando tres variedades de aceituna: la arbequina, la roja y la morruda, que dan lugar a dos aceites diferentes, según el momento de la recolección: si es temprana tiene una tonalidad más verdosa, bastante cuerpo y es ligeramente amargo, y si es más tardía, es más amarillento, fluido y dulce. Entre las ferias y fiestas alrededor del aceite, la más destacada tiene lugar en la ciudad de Tarragona a finales de noviembre, aunque se celebran otras en Alforja, Cabacés, Constantí, Riudecanyes y Almoster.

DOP Oli de la Terra Alta. Para acogerse a esta denominación es imprescindible que no hayan pasado más de 24 horas entre que se recoge la aceituna y se muele, exclusivamente por medios físicos. En cuanto a las variedades, se utiliza sobre todo el empeltre, aunque también son habituales la arbequina, la farga y la morruda. Aquí se encuentra el olivo milenario más antiguo de Cataluña, con más de dos mil años, en la localidad de Horta de Sant Joan. La cocina tradicional de Terra Alta cuenta con diferentes platos típicos donde el aceite tiene un papel relevante como, por ejemplo, el empedrat, la ensalada con lechuga y peras, el boniato frito o la pasta con champiñones y salsa de olivada.

DOP Oli del Baix Ebre i Montsià. Los aceites con esta denominación —que ocupa la zona de cultivo más antigua y extensa de Cataluña, con una superficie de unas 50 000 hectáreas— se obtienen a partir de las variedades morruda, sevillana y farga. Sus aceites de oliva virgen extra de la mejor calidad presentan un sabor afrutado al principio de la campaña y va virando ligeramente a dulce a medida que la temporada avanza.

DOP Oli de l’Empordà. Con una tradición que se remonta a los griegos en el siglo VI a. C. y mantenida por los romanos y los monjes benedictinos hasta llegar a la extensión y la calidad de la producción actual con más de 2000 hectáreas de olivos, el aceite de esta Denominación —a partir de las variedades argudell, corivell, verdial o ley de Cadaqués, y arbequina, introducida a finales del siglo XX— se caracteriza por su aspecto claro, limpio y transparente, ofreciendo un sabor y sensación diferentes en función del fruto que lo ha producido.

Mil experiencias 

Cinco Denominaciones de Origen a través de las cuales disfrutar de mil experiencias oleoturísticas diferentes como, por ejemplo, tomar parte en la cosecha de la aceituna, un desayuno en el campo, un taller de cómo obtener aceite y una comida entre viñedos (Mas Llagostera), un paseo entre olivos, conocer la historia de una tierra con siglos de tradición oleocultora y asistir a una cata guiada del aceite (Celler Masroig), participar en un taller para crear nuestro propio aceite o dar un paseo entre olivos centenarios para descubrir las prácticas agroambientales del cultivo ecológico, para terminar con una cata de aceites monovarietales (Identidad Olive Oil), o realizar una visita a Mas de Colom – Casa Borges, un centro de marca experiencial, divulgativo y didáctico ubicado en Tàrrega, en la finca de Mas de Colom, un espacio lleno de historia y singularidad.

Y también, visitar un auténtico molino convertido en museo en el parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac o saborear el aceite de oliva olesana elaborado con la variedad autóctona que producen los olivos locales desde el siglo XVIII y disfrutar de una comida tradicional (Turismo vivencial), comenzar la jornada con un desayuno de payés y la cosecha manual de aceitunas, seguido de una visita y cata de aceites en el Centre de la Cultura de l’Oli o vivir experiencia oleoturística itinerante de medio día con un paseo guiado por diferentes fincas de olivos, para luego asistir a una cata de aceites a ciegas y un almuerzo de la mano de la chef Montse Freixa (Olea Soul), o desconectar del bullicio de la ciudad en el spa Les Oliveres de Terra Dominicata, un hotel boutique de cinco estrellas rodeado de un bosque de olivos, una experiencia de reposo y sanación para el cuerpo y la mente.

Y si desea disponer de una mayor y más detallada información sobre las diferentes propuestas de Oleoturismo en Cataluña, puede consultar las diferentes alternativas en esta dirección.

Resumen
Oleoturismo en Cataluña a través de cinco denominaciones de origen y mil experiencias
Título
Oleoturismo en Cataluña a través de cinco denominaciones de origen y mil experiencias
Descripción
Practicar el oleoturismo en Cataluña significa mucho más que ocio y diversión: aprender a probar el aceite, conocer sus variedades, dónde crecen y qué las diferencia, practicar sus diferentes usos culinarios, aprender recetas tradicionales y, al mismo tiempo, combinarlo con paseos por los entornos silvestres...
Autor