A los europeos nos encantan las frutas y verduras. Aunque la cantidad varía de un país a otro, como media consumen al menos el 40 % de la cantidad diaria recomendada de fruta y más del 20 % del consumo recomendado de verduras, unos productos proceden de países vecinos, especialmente España, Grecia, Portugal, Francia, Reino Unido y Alemania.
Los alimentos que comemos y la forma en que los producimos han experimentado cambios profundos en el último siglo, como también ocurre con el paisaje europeo y la sociedad en general. Actualmente, un tipo de agricultura más intensiva ha permitido a Europa producir alimentos en mayores cantidades y a precios más asequibles pero, en muchas ocasiones, a expensas del medio ambiente y la agricultura tradicional.
En este sentido, os estados miembros de la UE han acordado una política agrícola común destinada inicialmente a garantizar la disponibilidad en Europa de alimentos en cantidades suficientes y a precios asequibles y en la que también se han integrado medidas de apoyo a la economía rural en su conjunto, además de reducir el impacto medioambiental de la agricultura y proteger la preciosa calidad de nuestro suelo. Y, por supuesto, las más estrictas medidas de seguridad alimentaria.
Las frutas y verduras proporcionan los porcentajes más altos de nutrientes si se limpian adecuadamente y se comen crudas, aunque hay muchas verduras cuya nutrición mejora con la cocción, como las zanahorias para el betacaroteno, algunas verduras de hoja verde y los tomates que, cuando se cocinan, aumentan su nivel de licopeno utilizable (aunque pierden un poco de su vitamina C).
Además, se trata de unos alimentos muy versátiles, que admiten prácticamente cualquier método preparación —hervir, cocer al vapor, asar a la parrilla, hornear…— y que son protagonistas fundamentales para la elaboración de platos como estos Moscardini fritos con calabacines y tomates especiados, una receta del chef Massimo Riccioli (Trattoria La Rosetta – Ristorante di Pesce) ofrecida por la campaña I love fruit and veg from Europe, impulsada y financiada por la Unión Europea.
Pulpitos y calabacines fritos con salsa de tomate especiado
INGREDIENTES
- 400 g de pulpitos pequeños limpios
- 300 g de calabacines
- Harina 00
- Aceite de oliva virgen extra
- 4 o 5 tomates frescos
- Medio vaso de vino blanco seco
- Sal
- Un manojo de menta fresca
- Especias al gusto
ELABORACIÓN
Limpiamos y lavamos los pulpitos, cortamos en pequeñas tiras los calabacines y enharinamos bien tanto los pulpitos como los calabacines.
En una sartén con suficiente aceite de oliva freímos primero los pulpitos cocinándolos hasta que veamos que quedan crujientes y luego las tiras de calabacín. Según vayan estando los vamos sacando a un recipiente con papel absorbente y añadimos una pizca de sal.
Mientras vamos preparando la salsa de tomate que acompañará a la fritura. En un cazo ponemos los tomates frescos cortados en cubitos y los sofreímos con una cucharada de aceite aceite, medio vaso de vino blanco seco, las especia y una pizca de sal.
Emplatamos colocando hojas de menta en el centro del plato, colocamos encima los pulpitos y luego los calabacines y servimos acompañando de la salsa de tomate.
