El Ayuntamiento de Ordizia y el Basque Culinary Center han presentado esta semana en el centro D’elikatuz de Ordizia el proyecto desarrollado de manera conjunta para la apertura de un restaurante en el caserío del parque de Oiangu, un proyecto basado en la educación y la formación, la alimentación, la gastronomía y la sostenibilidad que será gestionado por los alumnos y alumnas de cuarto curso del Basque Culinary Center que tendrán la opción de realizar el proyecto de fin de carrera en Oiangu.
El nuevo restaurante en el caserío del parque de Oiangu se prevé que abra sus puertas dentro de un mes, con el compromiso entre el BCC y el Ayuntamiento de Ordizia de trabajar conjuntamente los próximos ocho años.
“Tras varios años sin ofrecer ningún tipo de servicio, este equipo de gobierno decidió reformar el caserío y diseñar un proyecto de restaurante, ya que, a nuestro entender, es una de las piezas clave para la revitalización del parque”, afirmaba a lo largo del acto Igor Eguren, alcalde de Ordizia, quien señalaba que ha pasado un año y medio desde que el Ayuntamiento contactó con el Basque Culinary Center y las dos instituciones han adquirido el compromiso para trabajar conjuntamente los próximos ocho años. “Mediante este convenio, los alumnos y alumnas de cuarto curso del BCC tendrán la opción de realizar el proyecto de fin de carrera en Oiangu. Cada grupo de jóvenes se encargará del servicio y de la gestión durante un año, y cada curso cambiará el equipo de trabajo”.
Será una cocina novedosa, basada en la cocina tradicional y que empleará como materia prima los productos de la conocida feria de Ordizia —la más antigua de España, cuya historia se remonta a hace más de 500 años— y de los productores locales: “Todas las personas podremos ser partícipes de este proyecto basado en la educación y la formación, la alimentación, la gastronomía y la sostenibilidad. Ponemos a disposición de todas las personas el restaurante de Oiangu, así como todo el entorno natural del parque”, destacaba el alcalde.
Cuatro ejes
Por su parte, el director del Basque Culinary Center Jose Mari Aizega subrayaba que cuando empezaron las conversaciones las dos partes compartieron el mismo punto de vista y destacaba los cuatro ejes sobre los que está basada esta iniciativa:
- El proyecto responde al modelo educativo del BCC, basado en preparar a los alumnos y alumnas desde un punto de vista gastronómico abierto. También promueve el emprendizaje y los alumnos están totalmente implicados en este proyecto real, que es novedoso para todos.
- Cooperativismo. El grupo de alumnos ha creado una cooperativa mediante la fórmula de Cooperativa Junior. El BCC impulsa este modelo y en Goierri hay claros ejemplos de lo que es el cooperativismo.
- La gastronomía ayuda al desarrollo socioeconómico del territorio, y en ese sentido, Ordizia, D’elikatuz y Goierri ya tienen recorrido.
- Por último, la comarca de Goierri cuenta una importante de red de restaurantes y cocineros. El trabajo en común es importante para impulsar la cocina de Goierri.
En este sentido, Jose Mari Aizega destacaba que los alumnos serán asesorados por profesores profesionales del BCC: “El proyecto de Oiangu es un reto, no un experimento. Lo que falta ahora es el desarrollo del mismo”.
Finalmente, en nombre del grupo de estudiantes del BCC que gestionará el restaurante de Oiangu, Iñaki Telleria señalaba que los cinco alumnos que regentarán el restaurante son amigos y compañeros y tienen “muchas ganas e ilusión” para empezar a ofrecer servicio, puesto que para ellos es una “oportunidad extraordinaria” poder poner en práctica todo lo aprendido. “Nuestro restaurante ofrecerá una gastronomía con raíces, pero tendrá matices, y estará dirigida al público en general”, aseguraba el alumno.
Grado en Gastronomía
El Grado en Gastronomía y Artes Culinarias del BCC otorga una formación interdisciplinar en cocina, sala, gestión, cultura y ciencia. Cuenta a su vez con tres itinerarios de especialización.
El Itinerario o vía de especialización en Empresa, Innovación y Emprendizaje tiene como objetivo el diseñar y desarrollar propuestas de negocio innovadoras en el ámbito culinario, compartiendo información con personas, empresas, asociaciones… del ámbito gastronómico, mediante el uso de las tecnologías y redes de comunicación a fin de tener y consolidar una presencia activa en los mercados locales y globales.
Los alumnos deben de realizar un Trabajo Fin de Grado-TFG en una empresa o en la propia Facultad de Ciencias Gastronómicas, lo que, además de aportarles una gran oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera, permite el desarrollo de las competencias del título. En general, los TFGs son proyectos que obedecen a problemáticas, cuestiones y retos reales que se definen y aprueban antes de su inicio y que el estudiante debe resolver o desarrollar aplicando la competencias adquiridas bajo la supervisión del tutor académico (profesor de la Facultad) y un tutor de la empresa. El proceso del trabajo fin de grado contempla la realización de presentaciones y descargos parciales y la presentación y defensa ante un tribunal académico en el que participan profesores y personal de la empresa.
En este caso concreto, el trabajo de fin de grado de cinco estudiantes implica la puesta en marcha y gestión de un restaurante en el Caserío Oianguren en Ordizia. Un proyecto real de emprendimiento gastronómico.
