Un cascanueces muy tradicional, fabricado en madera de nogal y hierro fundido hecho por una de las últimas fundiciones de hierro que todavía sigue fabricando sartenes en Suecia. Su funcionamiento es tan simple como curioso, pero, sobre todo, muy eficaz.
Para cascar una nuez, tan solo debemos colocar el fruto seco dentro del agujero, ponemos el tapón de hierro fundido y, mientras lo sujetamos dentro del puño y con el dedo pulgar en el extremo donde hemos puesto el tapón, movemos el cascanueces enérgicamente arriba y abajo. El tapón, que de hecho ejerce de peso, rompe la cáscara en unos poquísimos segundos.
Es realmente práctico, y su funcionamiento es tan simple como seguro. Un cascanueces tradicional y, para toda la vida, porque su calidad es indiscutible. Además, puede ser un regalo perfecto, inesperado y distinto, que gusta y sorprende a partes iguales. Su precio es de 69,95 euros y en España está comercializado por Claudia&Julia.
Fundición sueca
El fabricante, Skeppshult, es una de las últimas fundiciones de hierro que todavía fabrica sartenes en Suecia. Lleva funcionando desde 1906 y ha mantenido su forma de trabajo artesanal hasta hoy en día. Skeppshult usa sólo energías renovables (hidráulica y eólica) en su proceso de fabricación.
Funden el hierro y lo vierten a mano en moldes de arena para dar forma a los utensilios. Una vez el hierro se enfría, trabajan de manera artesanal cada uno, manteniendo siempre un nivel de calidad increíble. Cada pieza sale de un molde único que se destruye durante el proceso, por lo que cada pieza es de alguna forma también única.
