Conservas elaboradas a partir de Mejillón de Galicia, un molusco protegido con Denominación de Origen, manufacturado y distribuido respetando todos los controles de garantía, para que en la mesa siga manteniendo el mismo sabor, la textura y los nutrientes que en la batea.
Al abrir la lata, el absoluto protagonista es el mejillón, cubierto por un escabeche suave pero muy sabroso que acompaña al producto sin enmascararlo. Tras la recepción del molusco vivo, se cuece al vapor durante cinco minutos, se desconcha y se lava para eliminar las impurezas. A continuación, se procede a la fritura durante un minuto y se deja enfriar para después añadirle la salsa elaborada con aceite de oliva, vinagre, especias y sal. Lo ideal es consumir a temperatura ambiente para apreciar al cien por cien todas sus propiedades.
Como es el caso de las conservas de mejillón de Paco Lafuente, una firma que utiliza mejillón gallego con Denominación de Origen Protegida. Actualmente esta conservera es una de las treinta empresas registradas en el censo del Consejo Regulador de la zona que comercializan el mejillón fresco y transformado con DOP.
Fresco y sin cocinar
Las conservas aportan los mismos beneficios que los productos frescos sin apenas tener que cocinar, de este modo permiten elaborar un amplio abanico de recetas sencillas, en cualquier lugar y en todo momento.
Se trata de alimentos que han sido elaborados a la manera tradicional, seleccionando el mejor producto y empacando artesanalmente. El proceso es sencillo y completamente natural, sin ningún tipo de aditivo químico, el resto de características proceden exclusivamente de las materias primas utilizadas. Un producto que, además, no dispone de fecha de caducidad, sino únicamente de una recomendación de consumo preferente.