Con el objetivo de conocer la opinión, tanto de personas como de organizaciones que pudieran estar afectadas por la futura norma, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha iniciado el procedimiento de consulta pública del anteproyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, cuyo plazo de presentación de comentarios finaliza el próximo 5 de julio.
La finalidad de este trámite oficial es que las personas interesadas presenten sus observaciones acerca de los problemas que se pretenden solucionar con la iniciativa, la necesidad y oportunidad de su aprobación, los objetivos de la norma y las posibles soluciones. Los interesados pueden informarse a través de esta dirección.
Según las motivaciones expresadas por el Ministerio, “reducir las pérdidas y el desperdicio alimentario que se producen a lo largo de toda la cadena alimentaria constituye un imperativo moral de los poderes públicos y de los operadores de la cadena de suministro. De esta forma, esta nueva ley quiere poner en el centro de la acción política no solo frenar la generación de las pérdidas y el desperdicio, sino hacer más eficiente el uso de los recursos, regular la redistribución de alimentos, fomentar la concienciación e incentivar el emprendimiento y la innovación de proyectos para paliar este problema”.
Ley contra el desperdicio alimentario
La ley tiene entre sus principales objetivos:
- Promover la economía circular.
- Una gestión más eficiente de los recursos, evitando excedentes agrícolas.
- Sensibilizar e informar a todos los agentes de la cadena.
- Facilitar la donación de alimentos y contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias de la población más vulnerable.
- Lograr una producción y consumo más sostenible.
- Sensibilizar, formar, movilizar a todos los agentes de la cadena en una gestión adecuada de los alimentos, así como en materia de información alimentaria.
- Favorecer la investigación e innovación en el ámbito de la reducción del desperdicio alimentario.
El proyecto de ley se somete a consulta pública para iniciar el siguiente paso en el proceso para afrontar el serio problema del desperdicio alimentario, con el objeto de incorporar al ordenamiento una serie de principios y normas que permitan atajarlo y sentar las bases para su erradicación. Todos los eslabones de la cadena alimentaria de alimentos han de ser eficientes para lograr el potencial de reducción total de las pérdidas y el desperdicio alimentario, para lo que es necesaria la participación de todos los sectores de la sociedad.
