Las verduras, hortalizas, legumbres, fruta y pescados, tratadas con cariño y elaboradas como recetas saludables pueden ser de gran ayuda a la hora de contrarrestar las ocasiones en las que hemos incurrido en algún tipo de exceso culinario, como es el caso de estas fiestas que acaban de finalizar.
En lugar de optar por la drástica solución de comer menos, lo más recomendable es tomar la firme decisión de comer mejor y más saludablemente. Por ejemplo, con estas cuatro recetas caseras, muy sencillas, apetecibles y ligeras.
Un pisto que sale redondo
Ingredientes
- Cebolla
- Pimiento
- Tomate
- Calabacín
- Ajo
- Aceite de oliva
- Tomate frito
- Especias al gusto
Se trata del pisto de toda la vida, pero con una presentación diferente. El toque que aportamos al plato tradicional es muy sencillo: en lugar de trocear las verduras -cebolla, pimiento, tomate, calabacín- tipo juliana, como siempre se ha hecho, se cortan todas ellas en lonchas finas, lo más parecidas posible de tamaño y de forma.
La receta es la misma: las rodajas se hacen en una sartén con una cucharada de aceite de oliva virgen en el que previamente hemos dorado un diente de ajo, también cortado en láminas, para no desentonar. Una vez hechas las verduras, aproximadamente durante unos ocho minutos, se salpimientan y se enriquecen con alguna especia, según los gustos. A todo lo anterior se le añade una buena dosis de tomate frito casero y se deja a fuego medio unos minutos.
El resultado, un plato nuevo, al que la diferencia de forma y grosor de los componentes le aporta unas texturas y sobre todo una sensación, muy diferente a la de la versión tradicional.
Humus
Ingredientes
- Garbanzos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Limón
- Un diente de ajo
- Comino
- Salsa Perrins
El humus es una preparación muy original, saludable y muy de moda, típica del mediterráneo oriental, de países como Líbano o Turquía. Una forma muy diferente, cómoda y original de comer legumbres, en concreto garbanzos, además de un sabor muy poco conocido en nuestro país. Ya sea partiendo de garbanzos que han sobrado del cocido o potaje del día anterior o comprados en conserva, cocidos, la receta es sencilla.
Pasamos por la batidora los garbanzos, si son de bote previamente lavados en un escurridor para eliminar el líquido de la conserva, que es donde se quedan al mayor parte de los aditivos, sal y conservantes. Añadimos el zumo de un limón, un diente de ajo pelado, sal, pimienta, un poquito de salsa Perrins y una pizca de comino. Según vamos batiendo —como la mayonesa— agregamos despacio un chorrito de aceite de oliva virgen, hasta que el conjunto adquiera una textura homogénea.
Y ya tenemos el humus, que podemos tomar así directamente, o como acompañamiento de alguna carne, pero lo más habitual es tomarlo untado sobre tostadas, a las que podemos decorar con unas sencillas aceitunas negras cortadas en rodajas, unas ramitas de cebollino o unas tiras finas de pimiento rojo asado.
Crudités
Ingredientes
- Verduras y hortalizas variadas
- Salsas al gusto
Cuando intentamos seguir a diario una dieta saludable, el ideal es comer de forma habitual verduras y hortalizas. Y ya puestos, más sano todavía si lo podemos hacer en crudo, que es el modo en que mejor conservan todas sus propiedades y vitaminas.
En nuestro país y cultura no tenemos mucha costumbre de este tipo de platos, pero por poner un ejemplo, los franceses, casi tan mediterráneos como nosotros, han incorporado desde siempre esta fórmula a su cocina tradicional, de modo que no hay restaurante en todo el país, ya sea del norte o del sur, en verano o invierno, bistrot o de lujo, que no tenga siempre a mano un buen surtido de verduras y hortalizas frescas y naturales para ofrecer una vistosa fuente de crudites, que no solo es una entrada de lo más saludable, sino también refrescante y deliciosa, que puede solucionar tanto un aperitivo como un primer plato.
Y tiene muy poco misterio. Lo primero es elegir los ps permiten su consumo en crudo: apio, hinojo, zanahoria, champiñones, rabanitos, judías verdes, endivias, calabacín, pimientos rojos y verdes, brócoli, coliflor, etc. El paso siguiente es cortarlas de forma agradable a la vista: bastoncitos, rodajas o ramilletes, según le vaya mejor a cada alimento y dejarlos en agua con hielo unos minutos, para refrescarlos, revivirlos y que cojan una tersura como recién recolectados de la huerta.
En paralelo, preparamos varios tipos de salsas, también al gusto: vinagreta, soja, roquefort, pimienta verde, yogur, ali oli, mayonesa, tártara, etc. Servimos las verduras en una fuente grande, ordenadas por grupos homogéneos con las diferentes salsas aparte para que cada cual utilice la que le plazca.
Sardinitas marinadas
Ingredientes
- Sardinas “mariposa”
- Sal
- Ajo picado
- Perejil
- Vinagre
- Limón
- Aceite de oliva virgen extra
Como los boquerones en vinagre de toda la vida, pero con sardinitas frescas. Incluso mejor aún que los boquerones porque, aunque en principio tenemos la impresión de que la sardina tiene un gusto más fuerte, el resultado final con esta elaboración resulta de un sabor muy suave y agradable.
Partimos de un tipo de presentación de sardina fresca que ya venden en casi todas las pescaderías abiertas en “mariposa”, unas piezas de tamaño pequeño, sin espinas y completamente limpias. El proceso de marinado es muy similar al de los boquerones: para lavarlas y “blanquearlas”, dejamos los filetes de sardina en un recipiente bajo el grifo de agua abierto con un ligero chorrito, de modo que el agua se vaya renovando continuamente.
Una vez hecho esto 20 minutos o media hora es más que suficiente- vamos colocando los lomos sobre una fuente y cada vez que completemos una capa rociamos por encima con un chorrito del aliño formado por vinagre, limón, aceite de oliva, sal, ajo picado y perejil.
Cuando hayamos colocado todas las capas, cubrimos la totalidad del contenido con la misma combinación de aliño y dejamos reposar en el frigorífico. Pasadas unas seis horas, las sardinas marinadas están listas para servir. Se pueden tomar solas, sobre patatas chips, en ensalada, sobre pan tostado y una base de tomate… al gusto.
