Decía el escritor y poeta francés Paul Valéry (Sète, 1871 – París, 1945) que era “el champagne que Dios ofrecía a los ángeles cuando habían sido excepcionalmente buenos” refiriéndose al mítico Krug Clos du Mesnil, un champagne de la Maison Krug ampliamente reconocido como un icono y uno de los mejores vinos del mundo.
Ahora, la Maison Krug pone al alcance de sus incondicionales la posibilidad de degustar una copa de Krug Clos du Mesnil sin necesidad de tener que adquirir una botella de este champagne. Por primera vez a nivel mundial y de forma temporal, se podrá disfrutar del excepcional Clos du Mesnil por copas, eso sí, a un precio de 150 euros la copa.
El champagne podrá ser degustado en el Krug Bar del Hotel Ritz by Belmond de Madrid, que probablemente sea el escenario perfecto: un palacio barroco situado en el corazón de Madrid con más de cien años de historia.
Clos du Mesnil
Clos du Mesnil es un champagne de auténtica leyenda elaborado a partir de las cepas de Chardonnay que crecen en un viñedo de apenas 1,85 hectáreas, situado en el corazón del pueblo de Mesnil-sur-Oger, uno de los más renombrados de la región de Champagne. Para poder preservar su estilo y sabor incomparable, la Maison Krug selecciona las mejores y más exquisitas uvas de este singular jardín.
Krug Clos du Mesnil es único en todos los sentidos. Es la excepción a la regla del “assemblage” de Krug: producto de una sola cepa, una sola añada y un solo viñedo histórico. La pureza de la Chardonnay y los aromas minerales se equilibran con un sugerente gusto a miel, característica particular de este champagne.
Palacio barroco
Ubicado en un bello palacio barroco situado en el corazón de la capital, el Hotel Ritz Madrid by Belmond se encuentra dentro del Triángulo de Oro, a tan solo un corto paseo de las mayores instituciones culturales —Museo del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza, Centro de Arte Reina Sofía…—, los mejores restaurantes y centros de negocios y las más exclusivas tiendas de la ciudad.
Construido en 1910 siguiendo los deseos del Rey Alfonso XIII, este hotel estableció a Madrid como una de las grandes ciudades europeas. Desde su inauguración le ha dado la bienvenida a diversas casas aristocráticas, así como a los más altos mandatarios, ofreciendo siempre un servicio y lujo exquisito.
Para la construcción se contrató al arquitecto Charles Mewes de París, junto con Luís Landecho, miembro de la Real Academia de San Fernando. Mewes había diseñado los hoteles Ritz de París y Londres, de cuyo estilo palaciego disfrutó el rey Alfonso XIII en varias ocasiones. Era la elección perfecta para la capital de España. Tomás Torres, de Madrid, sería la principal constructora.