El número de variedades de vid española podría duplicarse, pasando de las 235 variedades españolas diferentes de vinificación y mesa conocidas hasta las 536, según los primeros datos aportados por un proyecto de investigación que lidera la Comunidad de Madrid y en el que participan todas las comunidades autónomas.
El proyecto de investigación sobre las variedades de vid españolas, en el que participan un total 25 centros de investigación y más de 70 investigadores, entre ellos los del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), tiene como objetivo final facilitar a los productores las mejores y más adecuadas vides de acuerdo a sus necesidades de producción.
A lo largo de este trabajo se han estudiado 1.736 muestras —653 de comparación de perfiles de ADN y 1.083 muestras analizadas en el IMIDRA— con unos resultados de caracterización muy buenos y esperanzadores. Además, se han comparado todas las muestras entre sí, de todas las Comunidades Autónomas y subproyectos, de manera que se han detectado coincidencias entre las prospecciones de Comunidades cercanas que certifican que nos encontramos ante variedades abandonadas o minoritarias.
17 nuevas en Madrid
Los datos concretos referidos a la Comunidad de Madrid muestran que han hallado, entre las 254 muestras recogidas en 22 municipios, 44 variedades comerciales, 17 nuevas variedades y 10 variedades minoritarias. Entre las previsiones de trabajo para este año en la región se pretenden llevar a cabo las descripciones técnicas completas de 15 de las variedades desconocidas. Además, se llevarán a cabo nuevas prospecciones con sus correspondientes análisis de identificación de ADN por microsatélite.
Esta investigación nacional tiene como objetivo completar el Inventario de Recursos Fitogenéticos, que existe en las diferentes instituciones españolas, de modo que se completen los datos de conservación de la vid en España. Además, se aclararán las sinonimias y homonimias existentes entre las variedades de vid de todas las regiones, y se podrá conocer el número exacto de genotipos diferentes de variedades tradicionales de vinificación y mesa existentes en el país. Igualmente se busca establecer una metodología normalizada para la caracterización de la vid a nivel nacional, que podría ser exportable a otros países de la UE que actualmente están preparando sus catálogos nacionales de vid.
Por primera vez la conservación de recursos genéticos de la especie en toda España se consensuará porque en este trabajo participan las 17 comunidades autónomas. España es el primer país del mundo en superficie plantada de viñedo, con cerca de un millón de hectáreas, y el tercer país en producción de vino.