El Cabrales es un queso, además de excepcional, muy singular. Su intensidad, sus vetas verdeazuladas y sus notas picantes solo se pueden desarrollar en las cuevas de las montañas asturianas, en plenos Picos de Europa, con un grado de temperatura y humedad características que dan lugar a uno de los quesos más especiales en el mundo.
La corteza debe ser blanda, delgada, untuosa, de color gris con zonas amarillo-rojizas. No debe presentar grietas ni marcas extrañas. La pasta tiene que tener consistencia untuosa, compacta y sin ojos, de color blanco marfil, homogéneo en toda la masa, al igual que el penicillium.
La firmeza de la pasta depende del tiempo de maduración, pero la característica óptima es de semiblanda a blanda, untuosa, que indica que el queso ha madurado en cueva el tiempo necesario. La textura debe de ser homogénea en toda la masa y con una granulosidad muy fina, casi imperceptible. La adherencia del queso debe de estar en niveles medio-bajo.
Un queso único cuya zona de elaboración comprende el Concejo de Cabrales y algunos pueblos del Concejo de Peñamellera Alta, ambos en Asturias y que en la cocina da lugar a platos tan sabrosos como esta Ensalada templada de queso de Cabrales, una receta ofrecida por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cabrales.
Ensalada templada de queso de Cabrales con nata
INGREDIENTES
- 200 g de queso Cabrales
- 200 ml de nata líquida
- 1 lechuga
- 1 cebolla
- 2 pepinos
- 4 tomates
- 2 huevos duros
- Perejil
- Sal
ELABORACIÓN
Lavamos y cortamos la lechuga en tiras anchas.
Cortamos los tomates en rodajas o mitades, dependiendo del tamaño, y colocamos encima de la lechuga, pelamos y cortamos los pepinos y colocamos las rodajas encima de los tomates.
Cortamos la cebolla en aros finos y colocamos encima y, por último, rallamos o picamos los huevos duros y los incorporamos.
Derretimos el queso con nata, sazonamos si fuera necesario, vertemos esta salsa sobre la ensalada, y lista para servir.





