Desde mañana viernes y hasta el domingo 3 de mayo la localidad gallega de Ribadavia (Orense) celebra una nueva edición de la Feria del Vino de Ribeiro, una fiesta ya tradicional que este año cumple su 52 aniversario y lo hace cargada de nuevas y variadas actividades ligadas a la cultura y el mundo del vino.
La Feria del Vino de Ribeiro viene con propuestas tan diversas como el Brindis por todo lo alto con Ribeiro (viajes en globo), la carrera popular Corriendo entre Viñedos o las catas y talleres de cocina que tendrán lugar a lo largo de todo el fin de semana.
Además de una sabrosa y divertida Cata popular, una cata a ciegas de todos los vinos presentes en la Feria en la que puede participar todo el público asistente, o el concurso de Escuelas de Hostelería de Galicia, cuya final tendrá lugar durante la tarde del sábado en el recinto ferial.
Showcookings
El Aula del Recinto acogerá el sábado y el domingo un total de cuatro diferentes showcookings:
Sábado
- Taller de cocina ‘Sueños enogastronómicos’, por Juan Crujeiras (Restaurante A Estación, de Cambre, A Coruña, una estrella Michelin) y miembro del Grupo Nove.
- Taller de cocina ‘Naturalidad del Ribeiro’, por Conchi Peiteado (Restaurante Agarimo, de Lalín, Pontevedra).
Domingo
- Taller de cocina ‘Apasionados por el Ribeiro’, por Gorka Rodríguez (Restaurante Pulpería de Meride) y Cocinero del año en el Fórum Gastronómico 2015.
- Taller de cocina infantil ‘Innovación para cualquier edad’, por Wilmer Alfonso López Rojas, cocinero y bloguero gastronómico.
Desde el siglo II a.C.
La Denominación de Origen Ribeiro está situada en la Galicia meridional, en el borde noroccidental de la provincia de Ourense, en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño.
Desde muy antiguo, el cultivo del viñedo es la principal fuente de riqueza de esta comarca. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuál es el origen de las peculiares y únicas variedades autóctonas del Ribeiro, el primer testimonio sobre la elaboración de estos vinos viene de la mano Estrabón, en el siglo II a.C. Ya los romanos, al paso de sus legiones por estas tierras, pusieron en la mesa de los emperadores los vinos del Ribeiro.
Posteriormente, los monjes del Císter se asentaron en San Clodio, en el municipio de Leiro y construyeron un monasterio en el que vivieron hasta no hace muchos años y que ahora está convertido en hotel monumento. Ellos fueron los que observando el enorme potencial del Ribeiro se ocuparon con gran cariño y esmero del cuidado y estudio de las variedades autóctonas que hoy en día nos dan prestigio en todo el mundo.
Además del efecto impulsor del monasterio de San Clodio, también destaca la labor de los monjes del monasterio de Oseira, quienes se desplazaron a las zonas del Ribeiro bañadas por el río Miño, asentando allí numerosas granjas y prioratos que se dedicaban al cultivo de la vid. Aún existen documentos de los siglos XII y XIII en los que estos monjes firmaron contratos con distintos propietarios de terrenos en el Ribeiro para la plantación de viñedo.