Tan solo en los hogares españoles —sin tener en cuenta el desperdicio producido por la industria alimentaria, establecimientos de hostelería, distribución, comercio, etc.— se tiran anualmente 1364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros por persona, según los últimos datos oficiales del Ministerio para 2020.
Entre los motivos para que se produzca ese desperdicio, un buen número de consumidores reconoce no tener clara la diferencia entre fechas de consumo preferente y caducidad que figura en los envases alimentarios, una circunstancia que podría ser la causa principal del desperdicio de hasta nueve millones de toneladas de comida al año, no solo en España, sino igualmente en toda Europa.
Entre los consejos para desperdiciar menos alimentos en el día a día de los hogares, además de revisar las fechas de consumo de los alimentos e intentar consumirlos antes de que lleguen a su límite, hay algunos otros muy prácticos como adecuar la compra a las necesidades diarias: en el caso de alimentos frescos o listos para el consumo valorar si es necesario el paquete grande o las ofertas ‘dos por uno’, que quizá sea demasiada comida y termine desperdiciada, y, por supuesto, antes de que esto ocurra, preparar en casa sabrosos y prácticos platos con sobras, como por ejemplo, estos Lángos, especialidad típica de varios países centroeuropeos, una receta ofrecida por Too Good To Go, movimiento internacional contra el desperdicio de alimentos, y aplicación móvil que hace de intermediario entre restaurantes o tiendas que ponen a la venta productos o alimentos que no han vendido al servicio de los consumidores para no malgastar la comida.
Lángos con patatas olvidadas en la despensa
INGREDIENTES
- 2 patatas grandes que tengamos olvidadas en la despensa
- 100 ml de leche
- 7,5 g de levadura de cerveza
- 1⁄2 cucharada de azúcar glaseado
- 125 g de harina de trigo (y un poco más para hornear)
- 1⁄2 cucharada de sal
- Aceite de oliva para freír
ELABORACIÓN
Cocemos las dos patatas durante 15 minutos en agua salada hasta que estén blandas. Luego las pelamos, dejamos que se enfríen y las rallamos en tiras finas.
Calentamos la leche en una olla o cazo hasta que esté tibia, la retiramos del fuego, le añadimos la levadura de cerveza y el azúcar, y dejamos que se disuelva y que infusione durante 3-4 minutos.
Mezclamos la harina con las patatas ralladas y la sal. Añadimos la mezcla de leche y removemos todo hasta formar una masa suave.
Ponemos esta masa en una bandeja sobre papel de hornear y la metemos en el horno durante 40- 50 minutos, hasta que doble su tamaño.
Cortamos la masa en 8 partes, las aplanamos con los dedos o con un rodillo, les damos una forma ovalada y dejamos que crezca en el horno durante unos 10 minutos.
Mientras tanto, calentamos el aceite en una sartén honda a 170 °C.
Finalmente freímos las porciones de masa por los dos lados hasta que estén doradas, sacamos a una fuente con papel absorbente y dejamos se enfríen un poco.
Servimos acompañando de alguna salsa al gusto como crema agria, cuatro quesos…





