Los cultivos menores, los que emplean reducidas extensiones de terreno requieren la misma protección fitosanitaria que las grandes extensiones de cultivo. La falta de autorizaciones podría llevar a pérdidas directas de 19 millones de euros en la Región de Murcia, que se elevarían hasta los 1.000 millones en la Unión Europea.
Así lo han reclamado productores de PROEXPORT en la Jornada Cultivos Menores: Una Oportunidad de Futuro, organizada por AEPLA, donde han solicitado que la próxima campaña no sea tan complicada como todas las anteriores y finalmente puedan disponer de herramientas suficientes para sus plantaciones.
“Aunque ocupen una reducida superficie, los cultivos menores cuentan con la misma problemática frente a problemas como mildiu, alternaria, pulgones y otros, que las producciones más extensas y, en cambio, disponen de menores herramientas autorizadas de protección fitosanitaria. Estas limitaciones impiden el desarrollo de todo el potencial de cultivos como apio, rúcula, espinaca, alcachofa y otros menores que en la Región de Murcia representan el 36% del volumen de la exportación de hortalizas (400.000 toneladas) y el 39% del valor exportado (392 millones de euros)” asegura el responsable técnico de PROEXPORT, Abelardo Hernández.
España exporta 1,2 millones de toneladas de cultivos menores (26% del total de hortalizas), por un valor de 1.290 millones de euros (30%). Estos datos señalan a los cultivos menores como “un producto de alto valor añadido —resalta Abelardo Hernández— que permite a las empresas hortofrutícolas diversificar la producción” y también el riesgo, al evitar depender de un solo cultivo. Además, responden a la demanda de los consumidores ya que si no fuera así “nos encontraríamos sólo con naranjas o zanahorias en los supermercados”.
Soluciones fitosanitarias
Para atajar la escasez de autorizaciones en España, el MAGRAMA acaba de aprobar un procedimiento interno para impulsar la ampliación de uso y hacer frente al importante retraso en soluciones fitosanitarias que hasta la fecha han sufrido los cultivos menores en España. El subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del MAGRAMA, José María Cobos, y la subdirectora adjunta de la SGSHVF del MAGRAMA, María Pastor, explicaron este mecanismo así como el de reconocimiento mutuo, que los productores reclaman para incorporar a las autorizaciones fitosanitarias españolas, las herramientas que disfrutan productores competidores como los de Italia.
“El procedimiento de ampliación de uso puede resolver multitud de problemas pero tenemos un importante retraso en tramitar expedientes. La Administración nos ha puesto el marco y ahora la industria es la que tiene la herramienta que necesitan los productores para sacar el procedimiento adelante”, concluye Hernández.
