La frecuencia de situaciones climatológicas adversas debida al cambio climático ha generado un importante incremento de la siniestralidad. De hecho, en los más de cuarenta años de historia del seguro agrario, los cuatro ejercicios de mayor siniestralidad se concentran en la última década —2012, 2017, 2018 y 2021— y tres de ellos en los últimos cinco años, 2017, 2018 y 2021.
Así se ha dado a conocer en la reunión extraordinaria de la comisión general de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) en la que se han expuesto las medidas impulsadas por el Gobierno para garantizar la estabilidad del sistema de seguros agrarios ante un escenario de creciente siniestralidad, y con las que se evitará un incremento en los costes de las pólizas que podría ascender a un total de 27 millones de euros anuales, y se ha informado también del mecanismo de protección complementario, que será aprobado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, departamento competente en esta materia.
El seguro agrario cuenta con un instrumento fundamental para garantizar su viabilidad, el reaseguro del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) y de las entidades aseguradoras, cuya finalidad es cubrir las indemnizaciones derivadas de los excesos de siniestralidad que puedan producirse en un año determinado. No obstante, y pese a la actual mayor concentración de siniestralidad agraria, el seguro agrario ha demostrado su solvencia y eficacia gracias al mecanismo de reaseguro, que ha permitido abonar con normalidad las indemnizaciones correspondientes a los asegurados, que en cada uno de estos cinco años han superado los 700 millones de euros.
Medida complementaria para asegurar contra la siniestralidad
Sin embargo, la desfavorable coyuntura de siniestralidad ha provocado que la reserva de las entidades para afrontar el exceso de siniestralidad no haya podido dotarse de manera adecuada en los últimos ejercicios, ya que todo o parte del recargo de seguridad cobrado en póliza y que se destina a la reserva ha debido utilizarse para el pago de indemnizaciones en cada año. En este sentido, la necesidad de dotar adecuadamente la reserva a través del recargo cobrado en las pólizas implicaría un incremento del coste de las primas del seguro, variable en función del capital asegurado, pero que podría alcanzar los 27 millones de euros anuales, si se toma como referencia los recargos cobrados antes de 2012, año en el que se produjo una bajada de éstos.
Por ello, y ante esta situación, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, junto con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la dirección general de Seguros y Fondos de Pensiones y del Consorcio de Compensación de Seguros, han estudiado distintas alternativas con el fin de garantizar la suficiencia de esta reserva, pero sin que se produzca un incremento en el coste de las pólizas de seguro. La medida adoptada complementará, mediante una segunda capa de protección, el actual esquema del reaseguro, de manera que el Consorcio de Compensación de Seguros asuma una mayor siniestralidad mientras los niveles de reserva permanezcan en niveles bajos. De esta manera, se logrará dar estabilidad al sistema sin que repercuta en el coste final del seguro.
