Veintitres nuevas rutas en el Parque Nacional de Guadarrama diseñadas para poder usar la bicicleta de montaña minimizando el impacto sobre el medio natural. En total, 627 kilómetros en el interior del Parque, en la Zona Periférica de Protección y en el Área de Influencia, están clasificadas según su nivel de dificultad y son tanto circulares como de ida y vuelta.

De La Fuenfría a La Jarosa en tramos señalados, las 23 rutas en bicicleta del Parque Nacional van desde Somosierra a los pinares del Guadarrama en el entorno de La Jarosa, con distintos niveles de dificultad y con recorridos que van de los 6,14 kilómetros de la ruta de la Dehesa de la Golondrina, a la del Valle de la Fuenfría con 65,53 kilómetros.

Entre las más accesibles —rutas verdes y azules—, la ruta de la Dehesa de Los Molinos y la que atraviesa el Valle del Lozoya, entre El Cuadrón y Rascafría, con vistas al embalse de Lozoya, y entre las que presentan más dificultad —rojas—, la de las Calderuelas, en Rascafría, o Las Zetas, en La Pedriza.

Las rutas están señalizadas con el sistema de la asociación española de la Mountain Bycicling Association (IMBA), con pictogramas colocados a lo largo de cada ruta, en un fondo blanco con señales en marrón, de fácil comprensión e internacionales, y sus dimensiones permiten al tiempo una fácil lectura y su integración en el entorno. Los pictogramas indican la dirección a seguir por el ciclista para completar la ruta con indicaciones de confirmación, de peligro, de enlace, de camino erróneo, de doble sentido y de otras informaciones. Las señales se encuentran cada 200-500 metros, dependiendo de las peculiaridades del tramo de la ruta.

Decálogo del buen uso

Además de estas nuevas rutas, la Comunidad de Madrid ha presentado un Decálogo del Buen Uso de la Bicicleta en el Medio Natural que recoge normas básicas para practicar este deporte en la naturaleza, con consejos para antes de iniciar la actividad, como el uso de casco y protectores o llevar agua o alimentos, y dos puntos principales: por un desplazamiento sostenible y por un compromiso responsable con el medio ambiente.

El decálogo recuerda que está prohibido circular fuera de las vías pecuarias, pistas y caminos públicos, que el peatón y el caballista tienen prioridad, por lo que se debe reducir la velocidad al aproximarse a ellos, que la velocidad moderada aumenta la seguridad del ciclista y del resto de los usuarios y que cada deportista debe ser responsable de sus propios residuos. Además, se recuerda la obligación de respetar las indicaciones de las autoridades, a las que, además, se debe notificar cualquier agresión al medio ambiente; también que no se debe causar molestias a la fauna o dañar la flora, poniendo especial atención en la época de nidificación de las aves, que el espacio es de todos y que, por supuesto, no está permitido hacer fuego.

La Sierra de Guadarrama y el Parque Nacional son una de las zonas tradicionales de esparcimiento de Madrid en las que disfrutar del ocio ligado a la naturaleza y a los deportes como el ciclismo. Con esta nueva acción se busca el equilibrio entre el ocio responsable y la conservación del medio ambiente, especialmente en los Espacios Protegidos, sabiendo que el ciclismo de montaña es un medio de acercamiento al medio natural que permite disfrutar y conocer los valores culturales, naturales y paisajísticos de la naturaleza.

El objetivo de estas rutas en bicicleta es favorecer el deporte sostenible en el Parque Nacional con unos recorridos que aúnan todas las condiciones para la práctica del ciclismo, con vías de más de tres metros de ancho, garantizan la mínima afección al medio y son compatibles con su conservación.

Tanto el decálogo como el folleto sobre las Rutas en Bicicleta por el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama, con todos los detalles de las distintas rutas, se pueden encontrar en los Centros de Visitantes del Parque (Valle de la Fuenfría, Valle del Paular, La Pedriza y Peñalara) y en esta dirección.