Tras haber pasado con éxito la inspección sanitaria de un país tan riguroso en este campo, Japón —el segundo mayor importador de carne y derivados cárnicos del mundo— acaba de comunicar a las autoridades españolas la apertura del mercado asiático para la carne de vacuno de España.
Así lo han hecho público desde Provacuno, la Organización Interprofesional Agroalimentaria de la carne de vacuno, explicando que “la apertura de la exportación a Japón es una excelente noticia para nuestro sector de vacuno de carne y va a permitir a nuestras empresas autorizadas el trato comercial inmediato con los compradores japoneses, que desde hace mucho tiempo demandan carne de vacuno segura y de calidad, como la nuestra”.
Para conseguir esta autorización, la empresas españolas han debido superar ampliamente las rigurosas exigencias del sistema de inspección japonés. La carne de vacuno española cumple con los requisitos del Modelo de Producción Europeo, que confiere al sector los estándares de seguridad alimentaria, sanidad animal, bienestar animal y sostenibilidad respecto al medio ambiente más elevados del mundo.
Japón es un país con profunda devoción por la carne de vacuno y por la carne de alta calidad. Según un informe de 2017 de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Japón es el segundo mayor importador de carne y derivados a nivel mundial, por lo que, según la Interprofesional, “nuestra carne de vacuno se puede convertir en objeto de deseo de los compradores japoneses: carne procedente de animales que se alimentan con cereales y oleaginosas de alta calidad y que ofrecen una carne de excepcionales características por su terneza, jugosidad y sabor, que hará que los consumidores del país asiático la conviertan en la ‘estrella’ de la mesa”.
Un mercado muy exigente
Con sus más de 125 millones de habitantes y su elevada renta per cápita, el mercado nipón es extremadamente exigente. En el ámbito de la carne de vacuno, el diferencial entre el volumen anual producido en este país —470.000 toneladas— y el volumen consumido —más de 1,3 millones de toneladas—, obliga a importar grandes contingentes de carne de vacuno. Estas cifras, además, se ven anualmente aumentadas, ya que la producción en el último lustro ha descendido en Japón en porcentajes del 10 %, mientras que el consumo crece alrededor del 5 %, acercándose a cifras de demanda muy importantes: unas 700.000 toneladas anuales importadas.
Además, el perfil de la carne demandada por el consumidor japonés encaja perfectamente con la oferta que se ofrece desde el sector cárnico de vacuno español: carnes producidas a base de cereales y oleaginosas, procedentes de animales menores de treinta meses, que garantizan jugosidad, terneza y un excelente sabor. Nuestros principales competidores actualmente en Japón se enmarcan en el mismo perfil, por lo que es evidente que disponemos de un producto altamente competitivo para satisfacer sus demandas.
