El Parador de Cambados, Ciudad Europea del Vino 2017, acogió esta semana la conferencia El vino en el arte. Del rito ceremonial al placer de la degustación y la cata de cuatro vinos Rosados de la DO Cigales, a cargo del Gerente de la Oficina de Turismo de Cigales Jesús Pilar Sobejano.
El acto, incluido dentro de la programación de actividades de la celebración este año de la Capitalidad Europea del Vino de Cambados, Villa del Albariño, supuso una buena muestra de fusión entre la gastronomía local, el vino de Cigales y el arte, en una presentación que congregó a más de medio centenar de personas que pudieron conocer de primera mano la influencia del vino en el arte a lo largo de la Historia acompañado posteriormente de un excepcional maridaje de las Conservas de Cambados, navajas y mejillones, junto a los vinos Rosados de la Bodega Hiriart, Bodega Salvueros, Sinforiano Bodegas y ValdelosFrailes del Grupo Matarromera.
La conferencia, a cargo Jesús Pilar Sobejano, Historiador del Arte y gerente de la Oficina Municipal de Turismo de Cigales (Valladolid), estaba basada en su propia tesis doctoral sobre la influencia del vino en el arte «Del rito ceremonial al placer de la degustación» ya que en la antigüedad el vino era objeto de culto, solo las más altas clases de la sociedad, reyes, faraones y castas más importantes podían degustarlo y a día de hoy es un producto para disfrutar en familia, con amigos y esa evolución se refleja en el arte.

Bajorelieve egipcio
El vino en el arte. Del rito ceremonial al placer de la degustación
El resumen de esta conferencia, de la mano del propio ponente, Jesús Pilar Sobejano, es el siguiente:
Introducción
La Vid y el Vino han desempeñado un papel importante y fundamental a lo largo de la Historia en las civilizaciones mediterráneas. Se ha comprobado su presencia en acontecimientos relevantes, en la mitología clásica y en diferentes liturgias; donde destacan su significado simbólico y sagrado, evolucionando hasta convertir el vino en un arte más similar a la pintura, escultura etc.
¿Por qué razón a lo largo de la Historia encontramos en las manifestaciones artísticas la representación del vino y todo lo que le rodea? ¿Cómo se perpetua a lo largo de la historia la presencia de este líquido inmune a las modas pasajeras? Por ello hojeando cualquier manual de pintura o de arte nos muestra bacanales, escenas de la vendimia, bodegones, etc.
Sus colores rojos y oro han dado vida e inspiración a los cuadros de nuestros mejores pintores, esculturas y arquitectos.
Convirtiendo al vino en un tema universales, podríamos decir que “el agua es la bebida del cuerpo y el vino es la bebida del espíritu” algo que se plasmará a lo largo de la historia en las diferentes manifestaciones artísticas.

El Dios Baco
La representación del vino en el Arte
Muchos historiadores concedían los orígenes del vino en la Grecia clásica sin embargo hallazgos datan la aparición de restos de vino en una jarra del año 5.400 a.C. en Irán y un reciente hallazgo de una ánfora en la tumba de Tutankhamon con restos de vino tinto refuerzan los orígenes de la cultura vitivinícola también en Egipto.
Algo que es posible comprobar más directamente a través de las manifestaciones artísticas de la cultura Egipcia; por todos es conocido que Egipto poseía una cultura muy desarrollada y sobre todo con una gran diferencia social existiendo una figura máxima que es el faraón; en algunas de cuyas tumbas o de familiares o ricos nobles encontramos escenas relacionadas con el mundo del vino y los procesos de elaboración del mismo.
Las tumbas de los nobles y faraones en ocasiones contienen ánforas llenas de vino para ser usados en la otra vida por sus moradores, pero además encontramos que decoraban sus tumbas con imágenes de viticultura e incluso escenas donde se aprecia la elaboración del vino.
Las uvas tal y como aparecen en estos dibujos funerarios se cosechaban, almacenaban, se pisaban con los pies y su zumo era guardado en ánforas hasta la adecuada fermentación siendo finalmente selladas con cera estas ánforas con el preciado líquido.
Para la cultura Mediterránea (Portugal, España, Francia, Italia y Grecia) el vino es uno de los productos naturales más importantes y ello propicia que se vea reflejado en las manifestaciones artísticas de cada momento; la pintura, escultura, arquitectura, literatura… siempre habrá una referencia a este preciado líquido.
El vino comenzó a ser usado ya por los fenicios como un objeto de gran valor para el comercio equiparable a las joyas y los metales preciosos; siendo eso si siempre una bebida destinada al consumo de las clases altas algo que vemos en numerosos relieves y grabados de estas culturas ancestrales.
En Grecia incluso era necesario un ritual para el consumo del vino se debía beber en un marco adecuado, “el Simposium”, donde se reunían en torno a las cráteras los privilegiados, la copa se desplazaba en sentido vertical y horizontal, elevándose a los Dioses y circulando entre los mortales posteriormente.
Toda esta complejidad se ve reflejada en que tanto Griegos como Romanos rendían culto al dios “Baco” o “Dionisio”: Dios del vino, promotor de la civilización, legislador y amante de la paz, así como dios protector de la agricultura y el teatro, de la mano de estos personajes el vino alcanzó un rango divino, un néctar disfrutado en ocasiones ceremoniales y ritos ancestrales unido a la divinidad, el vino pasa a convertirse en algo más profundo.
Son los Romanos quienes comenzaron el proceso de desmitificación del vino y lo acercaron al pueblo como alimento diario, respetando siempre sus creencias y al Dios Baco, a través de su imperio y expansión consiguieron afianzar el vino dentro de una categoría de bebida de consumo dejando de ser privilegio de las clases altas y pudiendo ser propio del consumo de todos los mortales, eso sí mezclado con otros productos y especias ya que el consumo del vino en estado puro o sin diluir se consideraba de bárbaros o de locos, si el vino era bebida de Dioses pero se encontraba también en la tierra se debía aprovechar este afortunado echo.

Calendario agrícola de San Isidoro de León
Durante la Edad Media el vino consigue alcanzar el prestigio social más alto de todas las bebidas y también como la opción más sana entre las diversas bebidas.
Los procesos de elaboración se van perfeccionando y el mundo del vino gana importancia a nivel Internacional; las manifestaciones artísticas se hacen eco de esta importancia y a través de diferentes códices y manifestaciones artísticas la vendimia y el vino se ven reflejadas en ellas.
Durante la edad media se cultivan diferentes y diversos tipos de uvas, y es en este periodo cuando las comunidades religiosas y los monasterios tienen un papel primordial en la preparación de viñedos y en la elaboración de los vinos.
Sin embargo en el arte llegamos a una controversia, la llegada con fuerza del cristianismo que prohíbe el politeísmo por así decirlo pone trabas a los artistas a la hora de cómo reflejar el mundo del vino, ahora se debe tratar bajo la influencia de temas religiosos cristianos peor al menos esta religión supo adecuarse a este problema no así como otras como el Islam en la cual nunca encontraremos representaciones del vino al ser monoteístas y considerar que “en cada uva del racimo habita el diablo”.
Como la propia Biblia nos narra Noé lo primero que hace tras el diluvio es al desembarcar planta una cepa y embriagarse con su preciado fruto, imagen muy reproducida sobre todo en relieves y capiteles de claustros y monasterios.
El cristianismo acostumbrado a la asimilación de ritos paganos comprendió que en la cultura Mediterránea jamás se podría exiliar al vino, representando escenas religiosas como la de Noé citada anteriormente, las bodas de Caná e incluso la propia liturgia gira en torno al “vino” que representa la “Sangre de Cristo”.
Las manifestaciones artísticas siempre están relacionadas con la temática religiosa salvo la excepción de las fiestas de la vendimia, las imágenes de los jornaleros trabajando en la vid y las celebraciones de la época de vendimia que encontramos en los libros miniados.
El Renacimiento y el Barroco suponen una gran evolución dentro del campo de las artes plásticas; y ello se refleja también en el mundo del vino y la forma de representarlo que se había estancado en el período anterior.
Prolifera la aparición de representaciones artísticas que hacen referencia al mundo del vino, retablos, iglesias, pinturas etc.… en las cuales encontramos una clara influencia del vino; las hojas de parra, las vides, racimos de uvas… pasan a ser elementos típicos de la representación artística en estos momentos.
Y no solamente se remite al vino en el arte sino que los propios productores del mismo hacen donaciones gracias a su pujanza económica cultivando este rico producto, y encontramos retablos donados por vendimiadores, fachadas con claras alusiones al vino, etc.
El mejor ejemplo de este período son “Los Borrachos” de Velásquez obra en la cual muchos le acusaron de tratar de ridiculizar a una divinidad como era el Dios Baco pero sin embargo lo que logro fue reavivar la imagen del vino en el arte que se había quedado estancada últimamente en temas religiosos abriendo un abanico de posibilidades y dejando renacer el mundo del vino en el arte de nuevo.
Comienzan a realizarse obras de arte en las cuales el mundo del vino y la vid están presente en la vida cotidiana, en los quehaceres diarios de la sociedad Española y Europea, donde vemos como niños y ancianos disfrutan de este producto, degustando uvas los niños y su preciado vino los adultos.
Escenas cotidiana como la vieja friendo huevos de Goya y vemos como se comienza a realizar un nuevo tipo de obra de arte donde cobraran más importancia si cabe aun el vino, la vid, las uvas o las parras junto a otros productos u objetos inertes; Archimboldo juega con la imaginación realizando un retrato con vegetales y frutos como las uvas pero será un antecesor de una tipología nueva en el mundo del arte; el bodegón.
Escenas que representan productos típicos de la época donde destaca su calidad y el gusto por este tipo de productos representados, los bodegones decoran las viviendas y dan un aspecto frio pero realista a la vez de la sociedad del momento.

Los Borrachos de Velázquez
El Bodegón los cuales a pesar de su cierta tristeza por su oscuridad y frialdad son gustosos de remarcar las calidades y cualidades del vino y de las uvas (Zurbarán, Ribera, Cotán, entre otros destacan).
Llegado el Siglo XIX y XX nos encontramos con la revolución del vino y cuando más nos acercamos a nuestros días encontramos que el vino se convierte en un referente a nivel mundial dentro del arte y participando de este mismo.
Un buen vino es equiparable a una escultura perfecta, a una arquitectura equilibrada o a una poesía rimada; el vino es un arte y este se hace eco de él, se representa de todas las formas posibles en nuestros días siendo participe de los mismos.
El triunfo de la enología tuvo reflejo en el mundo del arte, se acaba finalmente de bajar de los altares al vino y lo colocan de modo que todo el espectador pueda participar de su ritual y tradición, vendimiadores, bodegones, meriendas camperas, ahora cualquier escenario es bueno para representar el vino.
Algunos pintores bohemios de este momento reflejan las costumbres diarias de la sociedad y las plasman en sus obras donde encontramos referencias al mundo del vino, como es el ejemplo de la camarera de un bar o el almuerzo campestre.
Otros plasman los excesos del alcohol del vino y las consecuencias del mismo como una nueva enfermedad, el consumo excesivo de ciertos productos y sus consecuencias.
El arte contemporáneo pasa ahora de nuevo a dar un nuevo giro al mundo del vino en el arte ya no solo se inspira en el sino que forma parte de él, se pinta con posos de las uvas, se representan un sinfín de escenas dentro de todos los movimientos artísticos en definitiva llegamos de la visión divina del vino en la antigüedad a el placer y gusto diario por degustar un buen caldo, de la clase elitista a que todos podamos ser partícipes de un producto tan extraordinario como es el vino.
La arquitectura hace un guiño también al mundo del vino y es uno de los grandes genios del S. XX como Gaudí quien deja constancia de ello en una de sus obras maestras como es la Sagrada Familia en cuyas chimeneas remata con extraños pero interesantes formas que nos enseñan racimos de uvas.
Otro de los grandes artistas españoles como Salvador Dalí hacer referencia al vino en una representación contemporánea de la Ultima Cena, y además encontramos escultores que trabajan directamente con el producto, hemos hablado de pintores que realizan sus obras con posos del vino, arquitectos que se inspiran en sus formas pero encontramos casos como el del escultor Ángel Díaz que con las cepas muertas de la vid realiza esculturas de grandísimo calidad.
Pero especial reseña de la influencia del vino en el arte merece la importancia que ha adquirido la arquitectura de las bodegas:
El Vino ha dado paso a una nueva arquitectura, Las catedrales del vino de nuestro Siglo; combinan diseño, arte y funcionalidad. Arquitectos de renombre dejan su inconfundible sello en el diseño de las nuevas bodegas. Es el caso de Frank Gehry, Rogers, Santiago Calatrava o Iñaki Aspiazu, entre otros.
Diseñadores y artistas como padres del nuevo vino, Amaya Arzuaga, Lorenzo, Caprile, etc. diseñan moda para las botellas de algunas de las más reconocidas marcas de vino; arte, diseño y vino van de la mano; una evolución desde el antiguo Egipto hasta la actualidad a través de la cual en las manifestaciones artísticas hemos podido observar como el vino de carácter ritual y privilegiado, se ha convertido en una de las artes del Siglo XXI que atrae a un innumerable público a su conocimiento y degustación.
