La iniciativa ‘Jueves de ruta en Teruel’ reúne a cerca de veinte establecimientos que cada jueves ofrecen un pincho, acompañado de un vino, a un precio de 2,50 euros, y que esta semana está dedicado a ‘los amantes de la croqueta’, uno de los productos estrella de la gastronomía española.
Un modesto aperitivo que ha conseguido ir evolucionando desde su elaboración tradicional a variadas propuestas de vanguardia, sin perder por ello su esencia. De hecho, los establecimientos de Teruel participantes en ‘Jueves de ruta’ están incorporando infinidad de sabores gourmet y están progresando hacia nuevas formas y sabores, implementando algunos muy curiosos y atractivos, con originales y sabrosas combinaciones.
Y así, hoy, en las calles del centro histórico de Teruel se podrán degustar las múltiples variedades de esta reina de las barras. Desde el clásico jamón, a los boletus de temporada o el marisco, del clasicismo a la vanguardia en un solo bocado.
Croquetas en Teruel
Entre las propuestas que ofrecen los diecinueve establecimientos participantes en la Ruta, podemos encontrar las ricas Croquetas de Jamón de Teruel D.O. en el 1900 Teruel Rte. Bodega, las deliciosas Croquetas de boletus en el Asador Rte. El Mercao, las sabrosas Croquetas de cocido en el bar las 4 Esquinas, las elaboradas Croquetas de Ternasco de Aragón en el Pura Cepa, las sorprendentes Croquetas de morcilla de arroz con cebolla caramelizada y puré de boniato en Los Juncos, las gustosas Croquetas de carrillada al vino dulce en el Gran Café de Teruel o las originales croquetas de carne de pato con foie del Pato Burlón, entre otras propuestas.
Un poco de historia
La croqueta es un alimento originario de Francia, aunque se ha hecho muy popular en otros países, entre ellos España, donde puede comerse como acompañamiento, plato principal, entrante o tapa.
Nacieron en la corte de Luis XIV y la primera referencia de presentación, tal y como hoy las conocemos data de 1817, de manos de Antonin Carême, un cocinero francés que decidió sorprender en el banquete para el príncipe regente de Inglaterra y para el Archiduque de Rusia con un plato de bechamel recubierta por una capa gruesa y crujiente al que denominaba Croquettes à la royale.
A partir de ese momento las croquetas pasaron a considerarse un exquisito manjar propio de la nobleza que aún tardó en llegar a España. Así, podemos ver referencias de su origen en textos como El cocinero español y la perfecta cocinera, que data de 1867 o en un texto de Alejandro Dumas de 1846.
