Entre los factores internos que más influyeron en la marcha de sus negocios el pasado año, los hosteleros se preocuparon, especialmente, por los costes derivados del consumo de energía y por la mayor presión fiscal. Y de los externos, los costes financieros y la productividad del empleo fueron los factores más alarmantes.

Al menos así se recoge en la última edición del Indicador de Confianza Hostelera (ICH) realizado por Hostelería de España —organización empresarial que representa a nivel estatal al conjunto de empresas que integran el sector— y que, como principal conclusión destaca que, en términos generales, la confianza de los hosteleros en la marcha de sus negocios descendió en el cuarto trimestre de 2019, acentuando el valor negativo que ya se detectó en el trimestre anterior, y marcando —siempre según este indicador— la peor valoración desde el cuarto trimestre de 2012, con valor negativo en cada uno de los índices, tanto los de pasado, como el de expectativas.

En la primera mitad del año, sin embargo, la confianza de los hosteleros repuntó, mostrando una valoración positiva, tras mantenerse en negativo a lo largo de 2018. Las valoraciones, tanto la interanual —respecto al mismo trimestre del año anterior— como la intertrimestral —respecto al anterior trimestre— fueron negativas en el primero y último trimestre del año, mientras que en los meses centrales del año los hosteleros se mostraron positivos. El índice de expectativas fue el más desfavorable, con valoración positiva únicamente en el primer trimestre, y caídas desde este período, más acentuadas en la segunda mitad del año.

Las preocupaciones de los hosteleros

Entre los factores de naturaleza interna que más influyeron en la marcha de los negocios, destacan los costes de la energía y la mayor presión fiscal, que se mantuvieron como tales a lo largo del año, y a los que en el cuarto trimestre se sumó la preocupación por los costes salariales. Aunque con menor peso que los anteriores, también aumentó en el último trimestre del año la preocupación por la situación económica adversa.

Y en cuanto a las circunstancias externas, que tienen una valoración más baja que las anteriores, los costes financieros y la productividad del empleo son por los factores por los que más preocupación han mostrado los empresarios hosteleros. En los últimos meses del año destaca la subida de la influencia de la falta de confianza social y la inseguridad en la zona.

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Energía, fiscalidad y productividad, las mayores preocupaciones de los hosteleros
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Energía, fiscalidad y productividad, las mayores preocupaciones de los hosteleros
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Entre los factores internos que más influyeron en sus negocios el pasado año, los hosteleros se preocuparon por los costes derivados del consumo de energía y por la mayor presión fiscal. Y de los externos, los costes financieros y la productividad del empleo fueron los factores más alarmantes.
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