El bacalao y otros pescados en salazón son, como todo producto del mar, una inmensa fuente de salud por sus altas propiedades nutritivas y dietéticas. Y, en concreto, el bacalao salado, que tiene poca cantidad de grasa y es fuente de proteínas animales, de vitaminas y sales minerales.
Los salazones en general y el bacalao salado en particular en sus múltiples presentaciones (curado, desalado refrigerado, desalado congelado) aportan una serie de propiedades adicionales que lo convierten en un alimento especialmente saludable y nutritivo:
- El contenido proteico del bacalao se sitúa entre el 17 y 18%. Sus proteínas presentan un alto valor biológico, siendo un alimento de fácil digestión, con elevada cantidad de lisina, muy importante durante el crecimiento.
- Con un 0,5% de grasa, constituida principalmente de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3, el bacalao ayuda a reducir el nivel de colesterol en sangre, y contiene propiedades anti-inflamatorias.
- Es fuente de minerales (potasio, sodio, fósforo, selenio y magnesio) y aporta vitaminas liposolubles (A y E) e hidrosolubles (B1, B2, B3, B6 y B12).
Sin embargo, las propiedades del bacalao como alimento van más allá de lo estrictamente nutricional: es un producto enraizado en una larga tradición alimenticia, que todos recordamos en nuestras despensas de la infancia; se trata de uno de los cada vez más escasos pescados salvajes; su captura proviene de bancos pesqueros cuidados y sostenibles; y, finalmente, da lugar a innumerables y sabrosas posibilidades gastronómicas, como estas Láminas de bacalao con escarola, manzana y cerezas, una receta ofrecida por Bacalao Giraldo.
Láminas de bacalao con escarola, manzana y cerezas
INGREDIENTES
- 1 morro de bacalao desalado Giraldo
- 12 cerezas del Jerte
- 1 manzana Granny Smith
- Escarola
- Vinagre de sidra
- 1 dl. de Rives manzana
- Un rectángulo de hojaldre ya horneado
ELABORACIÓN
Ponemos en un cazo con 1/2 litro de agua y un chorrito de aceite a hervir. Retiramos del fuego, esperamos a que temple y sumergimos el lomo. Transcurridos cuatro minutos extraemos las láminas y reservamos.
Preparamos una vinagreta poniendo tres partes de aceite de oliva 0,4º por una de vinagre de manzana y el Rives de manzana.
En ella echamos las láminas de bacalao y la manzana cortada en cuadraditos pequeños para que no se oxide.
Deshuesamos las cerezas con ayuda de un deshuesador de aceitunas y las echamos también en la ensalada.
Sobre una plancha de hojaldre rectangular, ponemos la mezcla de la ensalada y encima un montoncito de escarola.





