A pesar de que los huevos son uno de los alimentos más utilizados en la cocina española, muchas veces, a la hora de comprarlos, la gran cantidad de opciones que existen actualmente en el mercado hacen que en ocasiones no sepamos distinguir claramente la diferencia entre ellas.
Entre estos detalles que desconocemos está el origen o cómo se han criado las gallinas que han puesto los huevos. Y, sin embargo, el bienestar de las ponedoras y cómo se han producido los huevos son dos de los datos más importantes a la hora de comprar. Por ello, desde la tienda online Despensa ecológica han querido explicar las diferencias entre huevos ecológicos y camperos.
Huevos ecológicos y huevos camperos
Los huevos que se comercializan llevan siempre una numeración que informa al consumidor del método de producción país, provincia, municipio y granja. En concreto, la primera cifra indica la forma de cría de las gallinas: en el caso de ecológica es un 0 y en de campera un 1 (el 2 es para cría en suelo, y el 3 en jaula).
Y conocer la diferencia entre los huevos ecológicos y camperos permite poder realizar la compra con la seguridad de elegir la opción que verdaderamente queremos:
Huevos ecológicos. Los huevos ecológicos, un producto cada vez más demandado entre los consumidores actuales, proceden de gallinas que viven en corrales al aire libre. Para que obtengan este distintivo, las gallinas deben haber sido alimentadas con pienso de agricultura ecológica —que, entre otras normas, significa que en las tierras en las que viven no se han usado abonos o plaguicidas—, así como haber disfrutado de unos hábitos de vida saludables como, por ejemplo, ocho horas de sueño diarias o tener acceso a un terreno de, como mínimo, 4 metros cuadrados por animal.
Huevos camperos. La normativa para este tipo de huevos es menos específica en cuanto a la producción. Los únicos requisitos es que las gallinas tengan acceso al exterior y dispongan de al menos 4 metros cuadrados de terreno por gallina. La principal diferencia es que las gallinas que producen huevos camperos no necesitan tener una alimentación ecológica lo que en ocasiones, dependiendo de las circunstancias de cada consumidor, puede suponer un problema, dado que los piensos pueden proceder de terrenos en los que se han utilizado productos químicos.
