En navidades tendemos a celebrar comidas en casa con familiares y amigos, encuentros en los que se incrementa considerablemente el número de comensales para el que habitualmente estamos acostumbrados a cocinar. Y si no queremos acabar con mal recuerdo de estas reuniones, es aconsejable adoptar algunas sencillas precauciones.
Para fomentar la seguridad alimentaria y facilitar información práctica tanto a los consumidores, profesionales como a las empresas alimentarias, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha una web sobre consumo seguro de alimentos que incluye un apartado específico con consejos de cara a garantizar unas ‘navidades seguras’ en las tradicionales comidas de esta época y recomendaciones clave para evitar infecciones alimentarias, entre ellas mantener buenos hábitos de higiene (limpieza de manos y superficies de trabajo), separar adecuadamente los alimentos para evitar la ‘contaminación cruzada’, cocinar y refrigerar a la temperatura adecuada…
Riesgo elevado
Hay varios motivos por lo que se incrementa el riesgo en estas celebraciones:
- Las cocinas no están pensadas para cocinar grandes cantidades.
- Los invitados traen comida que ya no cabe en la nevera y estará varias horas en la cocina permitiendo la multiplicación de bacterias.
- Se prepara comida con mucha antelación. No hay problema con alimentos poco perecederos como bizcochos, pero otros como las cremas con nata o huevo deben prepararse con poca antelación y refrigerarse o congelarse inmediatamente.
Planificación
Una buena medida es hablar antes con los participantes para ver qué trae cada uno.
- A los que van a hacer viajes de varias horas, lo mejor es sugerirles que traigan alimentos que no requieran conservación en frío o en caliente, como pastas, bizcochos, frutos secos, conservas…
- Los que vienen de cerca, si traen comida cocinada o que requiere refrigeración, que utilicen bolsas térmicas o neveras portátiles con hielo o acumuladores de frío.
Limpieza e higiene
- Si te van a ayudar a cocinar: asegúrate de que hay suficientes utensilios y trapos limpios, delantales, etc.
- Recuerda a todos, especialmente a los niños, que se laven las manos antes de ayudar.
- No permitas que cocinen o ayuden a preparar comida las personas que presenten diarrea o vómitos.
Separar correctamente
Para evitar las contaminaciones cruzadas:
- No utilices la misma tabla y cuchillos para cortar alimentos crudos y cocinados.
- Límpialos adecuadamente antes de reutilizarlos.
Cocinar adecuadamente
- El pollo, la carne picada, las salchichas… deben alcanzar al menos los 75ºC para eliminar la mayoría de gérmenes causantes de enfermedad. (no debería apreciarse el color rosado en el centro).
- Los filetes y piezas más gruesas pueden cocinarse al gusto (poco, medio o muy hecha) pero deben consumirse inmediatamente.
- Los pescados al horno deben alcanzar en el centro los 60ºC
- Las recetas que contiene huevo crudo suponen un riesgo alto de infección por Salmonella. No las prepares con mucha antelación, guárdalas en la nevera y no se las suministres a personas vulnerables: niños pequeños, mujeres embarazadas, personas de edad elevada o con enfermedades crónicas o bajas defensas.
Ojo a las temperaturas
No abuses de las temperaturas: es la principal causa de toxiinfecciones alimentarias
- Mantén en caliente los alimentos calientes (cocinados). Utiliza el horno a temperatura superior a 60ªC para mantenerlos calientes hasta el momento de consumirlos. No los dejes a esa temperatura más de 4 horas.
- Mantén fríos los alimentos fríos: si preparas alimentos con antelación y los guardas en la nevera, asegúrate de que ésta tiene temperaturas de 5ºC o inferiores (si está muy sobrecargada y no circula el aire, es posible que esté a temperaturas superiores).
- Descongela adecuadamente los alimentos: en la nevera el día anterior o en el microondas o el horno.
- Calienta rápidamente los alimentos antes de consumirlos. Minimiza el tiempo que pasan entre 5 y 65ºC.
- Enfría rápidamente los alimentos que vas a conservar refrigerados o congelados. En cuanto acabes de cocinarlos, enfría el recipiente bajo el grifo o sumergiéndolo en agua con hielo e introdúcelo en la nevera o el congelador.
- No dejes alimentos ni restos más de 2 horas fuera de la nevera. Es preferible utilizar fuentes o contenedores más pequeños e ir sacando la comida a medida que se consume a sacar grandes bandejas que permanezcan muchas horas a temperatura ambiente.
Los restos
Mucha precaución con los restos:
- Refrigéralos o congélalos inmediatamente, mejor en pequeñas porciones.
- Recuerda la regla de las 2-4 horas: refrigéralos inmediatamente si han estado 2 horas en la zona de riesgo (entre 5 y 65ºC) o descártalos si han estado más de 4 horas a la temperatura considerada de riesgo (entre 5 y 65ºC).
- Si te llevas restos a casa: pide que te pongan bloques de hielo o una botella con agua congelada para mantener la temperatura y mételos en la nevera nada más llegar a casa.
