Se estima que un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde o desperdicia cada año en el mundo. Esta cantidad permitiría alimentar a 2.000 millones de personas, es decir, al incremento de la población mundial de aquí a 2.050.
Sin duda, el desperdicio alimentario es una oportunidad desaprovechada no solo para alimentar a la población mundial en aumento, sino para combatir el hambre y mejorar el nivel de nutrición de las poblaciones más desfavorecidas, en particular en el actual contexto de crisis económica en el que se ha incrementado el número de personas en situación de vulnerabilidad social.
En esta línea, la Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición en España ha elaborado la Guía de recomendaciones ¿Cómo reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos?, una interesante publicación que contiene una serie de recomendaciones para atajar este problema en el que el consumidor, como usuario final de los alimentos, puede contribuir de forma notable a un cambio de hábitos. Un consumidor responsable debe ser consciente de las implicaciones sociales y medio ambientales que tiene cada una de las decisiones que toma en el momento de la compra y el consumo, y que determinan en gran parte las decisiones que toman los operadores a lo largo de la cadena de suministros.
10 gestos contra el desperdicio
Entre las recomendaciones para que el consumidor pueda contribuir a evitar el desperdicio alimentario:
- Planificar el menú semanal y evitar la improvisación.
- Hacer una compra responsable: revisarla despensa y el frigorífico, hacer una lista y comprar sólo lo que se necesite.
- Tener en cuenta un presupuesto y recordar que tirar comida es tirar dinero.
- Conservar adecuadamente los alimentos, consultar la etiqueta y los soportes informativos y no dudar en preguntar al profesional.
- Intentar comprar productos de temporada y consumir la comida por orden de entrada: la más antigua primero.
- Ajustar las raciones e intentar cocinar sólo lo necesario.
- Aprovechar las sobras con creatividad, atreviéndose con nuevas recetas.
- A la hora de tirar, depositar en la basura sólo lo que sea imposible aprovechar.
- Si se come en la oficina, llevar nuestro propio recipiente reutilizable. Ayudará a ahorrar dinero aprovechando los alimentos sobrantes.
- Si se come en el restaurante, no dudar en pedir que nos pongan las sobras en un envase para llevar.
La Guía ¿Cómo reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos? se ha elaborado a partir de las mesas de reflexión que tuvieron lugar en el marco del II encuentro de la Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición celebrado en Asturias del 19 al 24 de abril, bajo el lema Pérdidas y desperdicios de alimentos en el contexto de los sistemas alimentarios sostenibles. Un foro en el que se desarrollaron cuatro mesas de trabajo donde 36 expertos de los ámbitos político, social, empresarial y académico reflexionaron sobre cómo actuar contra el problema del desperdicio alimentario y la sensibilización sobre la realidad de la malnutrición.
