Los tradicionales huevos de pascua tienen este año una nueva versión, los Huevos Trencadis, una particular visión de autor para celebrar la Semana Santa y una creación conceptual inspirada en la obra arquitectónica de Gaudí.
Elaborados de forma artesanal, los Huevos Trecandis de Oriol Balaguer están elaborados con ‘Cacao Grand Cru’ procedente de las plantaciones de cacao de Venezuela, Trinidad y Santo Tomé, además de chocolate negro y chocolate blanco.
Para lograr este innovador diseño de los huevos de pascua en mosaico, homenaje a la obra de Gaudí, Oriol Balaguer elabora dos mitades del huevo, que parte en diferentes piezas y que posteriormente coloca sobre un huevo de pascua completo a modo de reconstrucción.
«Los Huevos Trencadis son un homenaje a Gaudí y a su espectacular obra arquitectónica, una creación excepcional para los amantes del diseño, la creatividad y lo conceptual», afirma el maestro chocolatero.
Y para los más pequeños Oriol Balaguer ha elaborado este año diferentes diseños infantiles —payasos, ranas, gallos y setas— además de dos creaciones inspiradas en los personajes del Universo de Disney: el Petit Chef, de la película Ratatouille, elaborado a base de chocolate blanco, chocolate con leche y chocolate negro Grand Cru, y Olaf de Frozen a partir de chocolate blanco.
Una vida entre pasteles
Nacido en Calafell (Tarragona), Oriol Balaguer sintió su vocación por la repostería desde muy joven y para desarrollarla estudió en la Escuela del Gremio de Pastelería de Barcelona. Tras trabajar en las mejores pastelerías belgas y españolas, formó parte del equipo del reconocido cocinero catalán Ferran Adrià durante siete años.
Con tan solo 21 años, en 1993, Oriol Balaguer fue elegido Mejor Maestro Pastelero Artesano Español y, en 1997, Mejor Pastelero de Restaurante Español. Además fue distinguido como Mejor Pastelero de Catalunya en 2003, Profesional del año en 2006 y Mejor Pastelero-Repostero de España en 2008, entre otros reconocimientos nacionales e internacionales.
Oriol Balaguer cuenta en la actualidad con un taller/pastelería en Madrid y dos en Barcelona. También en la Ciudad Condal se ubica una panadería de autor y un laboratorio en el que el maestro chocolatero experimenta con los sabores dulces.





