Aunque el origen del ajo es incierto, mayoritariamente se considera oriundo de Asia, desde donde se extendió a toda Europa, y desde aquí hacia América, tras la conquista. En Egipto era consumido por los esclavos que trabajaban en la construcción de las pirámides, ya que se le atribuían propiedades fortificantes y vigorizantes.
Para los hindúes y los babilonios era una planta con propiedades casi milagrosas. Durante los tiempos de la Grecia y Roma antigua, era consumido principalmente por soldados, navegantes y campesinos. Los gladiadores eran muy aficionados a su consumo por las propiedades excitantes de la libido que se le atribuían. Galeno lo describía como el antiveneno por excelencia, y Plinio lo recomendó como remedio para enfermedades respiratorias.
En la Edad Media ya se usaba con fines terapéuticos, generalmente para combatir enfermedades bacterianas. Y durante la Primera Guerra Mundial se empleó como antiséptico externo para desinfectar heridas cuando no se disponía de los antisépticos habituales.
Y , ya en la actualidad y en España, el ecotipo Ajo Morado de Las Pedroñeras —amparado por una Indicación Geográfica Protegida (IGP)—es una variedad adaptada a las particulares condiciones climáticas y de suelo que se dan en la zona geográfica donde se cultiva —y de la que toma el nombre de Las Pedroñeras— que, aún teniendo las mismas características genéticas de la variedad a la que pertenece, presenta unas diferencias morfológicas y fisiológicas en su desarrollo que son debidas al medio físico.
Y es que algunos estudios científicos realizados han demostrado que, en comparación a ajos de otras procedencias, el Morado de Las Pedroñeras contiene cualitativa y cuantitativamente una mayor proporción de compuestos organosulfurados, de bajo peso molecular, muy volátiles y de gran reactividad, ricos en azufre, yodo y sílice, con una interesante actividad farmacológica y, en especial, de alicina, principal responsable del olor y sabor del ajo, lo que hace que, entre otras muchas cualidades en la cocina dé lugar a elaboraciones como esta Sopa de ajo morado con merluza, una receta ofrecida por la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras.
Sopa de ajo morado con tropezones de merluza
INGREDIENTES
- 2 filetes de merluza sin piel
- 8 dientes de ajo laminados
- 1 pizca de guindilla seca
- 1 chorrito de aceite de oliva
- 60 g de corteza de pan seco del día anterior
- 4 cucharadas de tomate triturado
- 1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero en conserva
- 1 pizca de pimentón dulce
- ½ pastilla de caldo concentrado de carne
- ½ litro de agua caliente
- Sal
ELABORACIÓN
En un recipiente apropiado para microondas colocamos los ajos, el aceite, la pizca de guindilla y la sal, y cocinamos, sin tapar, en el micro a máxima potencia durante dos minutos.
Una vez hecho esto, añadimos el pan cortado en láminas finas, la salsa de tomate, el pimiento choricero, el pimentón, la pastilla de caldo de carne bien desmenuzada, el medio litro de agua —ya caliente— y la sal. Añadamos los dos filetes de merluza, de forma que queden bien cubiertos por la mezcla anterior, tapamos y cocinamos en el microondas durante 15 minutos a máxima potencia también.
Rescatamos los filetes, que luego harán de tropezones, y reservamos.
Dejamos reposar el resto de la mezcla a cubierto unos minutos, de forma que el pan se infle correctamente para dar una textura espesita a la sopa de ajo. Cuando ya esté introducimos la merluza que habíamos reservado, desmigada, en su interior, damos unas vueltas, y listo para servir.
