El tipo y tamaño de la vivienda y, sobre todo, el de la cocina, que determina el tamaño del electrodoméstico, o el encastre, la zona geográfica, con características diferenciales como la humedad ambiental, la temperatura media, la dureza del agua, especialmente en el caso de lavadora y lavavajillas…
Son algunos de los aspectos que —además de precio, diseño, tecnología…— también es muy importante tener en cuenta a la hora de elegir y comprar el electrodoméstico que resulte más adecuado a las características concretas de cada vivienda y que los expertos de Beko, marca turca de electrodomésticos y productos electrónicos de consumo han querido detallar para ayudar en la decisión de compra.
El electrodoméstico más adecuado
La humedad ambiental. Conocer el nivel medio de humedad ambiental es de gran utilidad para saber cómo afectará a una casa. Si en la zona tiende a tener niveles de humedad por debajo del 40 % pueden proliferar bacterias y virus, mientras que por encima del 60 %, aparecen hongos y moho. Cuando hay mucha humedad, el principal afectado es el frigorífico, porque hay un mayor riesgo de acumulación de escarcha. En estos casos, es recomendable optar por un modelo que incluya la tecnología más avanzada en No Forst, con dos sistemas de frío independientes con descongelación automática en el congelador y en el frigorífico que mantengan niveles de humedad óptimos para que los alimentos se mantengan frescos durante más tiempo y, además, los productos congelados se mantienen libres de escarcha y sin apelmazar. Por otro lado, NeoFrost Dual Cooling también es una opción muy recomendada en zonas secas, ya que te ofrece ventajas adicionales en lo que se refiere a la frescura de los alimentos en tu frigorífico.
El tamaño. Es habitual que en la mayoría de los hogares españoles nos encontremos con un frigorífico combi de 185 cm. En el caso de zonas costeras e islas, donde hay muchas segundas residencias y apartamentos pequeños, optar por un modelo de menor tamaño puede ayudar a minimizar el gasto energético y a aprovechar más el espacio disponible. Además, con la llegada de las nuevas tecnologías como NeoFrost se garantiza la calidad de cualquier modelo de frigorífico y se evita tener que descongelar al cerrar la temporada de verano.
Optar por encastre. El color de un electrodoméstico puede romper, en ocasiones, la línea visual de la habitación donde se encuentra, motivo por el que muchas familias optan por el encastre. Lo más habitual es implementarlo en frigoríficos, lavavajillas, lavadoras y hornos, y según datos de la compañía, en España suele tener mucha aceptación en las cocinas del norte del país. En cualquier caso, el encastre no afecta al rendimiento del electrodoméstico y se trata de una opción puramente estética y de diseño.
Un espacio de instalación adecuado. Tanto en electrodomésticos de libre instalación como en los de encastre, hay que tener claro que el espacio donde se colocarán cumpla con los requisitos para garantizar un óptimo funcionamiento del aparato. Por ejemplo, en el caso de los frigoríficos, es mejor revisar que el aparato tenga el espacio de ventilación recomendado para que conserve su eficiencia de trabajo y, en caso de que no sea posible, garantizar una buena ventilación de la cocina.
La temperatura. Sobre todo cuando se habla de secadoras, el factor temperatura es importante. Las zonas del norte de España suelen tener las temperaturas más bajas en invierno, y hay algunas secadoras, especialmente las de bomba de calor, que no pueden funcionar correctamente cuando la temperatura es menor a 10 ºC. En contraposición, hay secadoras que no funcionan correctamente a temperaturas muy altas, como suele suceder en Andalucía en la temporada de verano. Las secadoras de bomba de calor funcionan de manera óptima a temperatura ambiente hasta los 35 ºC. Eso sí, este tipo de aparato debe instalarse siempre en una zona con ventilación adecuada para evitar cualquier avería y preferiblemente, evitando patios, balcones o garajes.
El tipo de agua según zona de residencia. Dependiendo de la zona, el agua tendrá una menor o mayor concentración de cal, un hecho que afecta al funcionamiento y vida útil de los electrodomésticos. Una vez conocido el nivel de dureza del agua, es importante seguir las recomendaciones del fabricante, especialmente en casos como el del lavavajillas y lavadoras, donde hay más consumo de agua que en otros electrodomésticos. La dureza del agua también determinará la cantidad de detergente y suavizante a usar en el caso de las lavadoras. Los fabricantes ya suelen indicar instrucciones de dosificación en cada colada dependiendo de la dureza del agua, además de la cantidad de ropa o el nivel de suciedad. En caso de residir en una zona con la llamada agua dura —con mucha cal—, también es recomendable hacer una limpieza interna del electrodoméstico con la ayuda de un detergente que elimine los residuos de cal incrustados en la tubería de salida del agua.
