El madrileño barrio de Lavapiés será, durante más de diez días, punto de encuentro de las cocinas del mundo. Desde hoy jueves y hasta el próximo 26 de octubre un total de noventa tapas de veintiún países y trece provincias españolas participan en Tapapiés 2014, la nueva edición de la Ruta Multicultural de la Tapa y la Música.
De las cuarenta y cinco tapas internacionales que se ofrecen en la Ruta quince recogen fusiones entre gastronomías extranjeras. Senegal, Jamaica, Colombia, México, China y Japón están entre las naciones de su exótico mapamundi gastronómico. Ocho tapas convierten a Italia en el país más representado por segundo año consecutivo, seguido de la India con siete. Otras dieciocho se inspiran en gastronomías de diferentes países europeos, quince en latinoamericanos y otras quince en asiáticos.
Cinco tapas registran influencias culinarias de Castilla La Mancha, la comunidad autónoma con más presencia junto al País Vasco. No faltan muestras castizas madrileñas ni originales fusiones entre diversas regiones españolas como Canarias, Galicia, Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Aragón y Andalucía.
Tapapiés se presenta como una ruta gourmet a precio anticrisis. Porque cada tapa se venderá a un euro y por un euro más se acompañará de un botellín o caña de la marca patrocinadora. En total los 72 bares y restaurantes del barrio —a los que se añaden 18 establecimientos del aledaño Mercado de San Fernando, centro neurálgico de la gastronomía de Lavapiés— esperan superar los 100.000 asistentes y las 300.000 tapas vendidas de la pasada edición 2013.
Fusiones intrépidas
Once días de cosmopolitismo servido en tapa, con fusiones tan intrépidas como este sorprendente Sampan, albóndiga de bacalao en salsa de soja, jengibre, miel y chile chipotle sobre balsa de fideos crujientes de pasta de arroz (China y Portugal); el Zarajo de Txipirón, pincho de chipirón rodeado de patata frita, cebolla, pimiento verde y del Piquillo, con aceite de oliva, vinagre de manzana, nata y perejil (Euskadi y Andalucía); o el Sandwich de pringá entre España, Marruecos y la India (gallina, morcilla de ternera y morcilla de cebolla, chorizo y tocino blanco, con hummus de garbanzos y comino, vinagreta de col china y curry.
Pero entre esta variedad hay lugar también para el juego y la sorpresa, como un ¿Chocolate con churros? cuya respuesta es tan divertida como audaz: churros de tortilla de patata y crema de morcilla de Burgos. O el homenaje a las conservas cantábricas con una Latita de parrochas escabechadas, sardinas con pimiento verde y rojo, cebolla, ajo, zanahoria, pimienta negra, pimentón de La Vera, aceite de oliva extra virgen, vinagre de vino y vino blanco): o el Langostino crocanti, original versión del marisco gallego fresco acompañado de maicitos, grelos y mayonesa de Albariño.