Madrid es hoy la mayor lonja de pescado de España y la segunda del mundo. En la Comunidad de Madrid existen más de 2.000 establecimientos detallistas tradicionales, pescaderías, lo que supone que dispone de la red de distribución directa al consumidor más importante de Europa y posiblemente del mundo. Pero no siempre ha sido así.
Según Adepesca, asociación centenaria que integra a las pescaderías madrileñas, hasta el siglo XIX la red de caminos de ruedas era muy escasa, por lo que casi todo el transporte de mercancías debía realizarse con recuas de mulos que llegaban allí donde no podían hacerlo los carros ni las carretas.
Ya desde el siglo XVI se conoce en España a los arrieros con el nombre de ‘maragatos’, que son los primeros pescaderos de los que se tiene noticia. Para entender por qué se les llamaba así hay que remontarse al siglo IX, cuando Ordoño I comienza la repoblación del Reino de León tras la expulsión de los árabes. En ese momento la arriería comienza a suministrar alimentos a Castilla, cada vez más poblada, y entre esos primeros arrieros destacan los de Astorga, que transportaban el pescado en salazón.
En el siglo XVI, cuando se populariza el término maragato, el pescado llegaba a Madrid desde Galicia, Asturias y Vizcaya —a través de Burgos— y desde Huelva, a través de Sevilla. El auge del ferrocarril acabó con el oficio de arriero y los maragatos se instalaron en Madrid para vender pescado, primero en la calle y después en espacios autorizados.
Los mercados centrales
A principios del siglo XX aparecen los primeros mercados centrales. Antes de la guerra civil existen en Madrid los mercados municipales de La Cebada, Olavide, Tirso de Molina, Torrijos y Vallehermoso. Tras la contienda se autorizan veintiséis mercados, uno por cada veinte mil habitantes. El Ayuntamiento prohíbe la instalación de industrias de carne, salchicherías, huevos, ave, caza, fruta y pescado, dentro del radio de acción del mercado.
Al iniciarse el siglo XX, el Mercado Central de Pescado se asienta en la Plaza de los Mostenses, hasta la inauguración del Mercado de Puerta de Toledo. En 1975 se diseñan los edificios que constituirán el Mercado de Pescado y el 29 de noviembre de 1982, tras casi una década de preparativos y una inversión de 6.200 millones de pesetas se abre el mercado. Los 63 puestos de la Puerta de Toledo se convierten en 156 puestos en Mercamadrid.
