La manzana es una de las frutas más populares, con más de siete mil quinientas variedades cultivadas a lo largo de todo el mundo, en los cinco continentes. Rojas, amarillas, verdes, con diferentes sabores, aromas o texturas, pero con algo común: todas ellas son una fuente de vitaminas y proteínas esenciales para la salud.
A pesar de que las manzanas no son todas iguales, los métodos de cultivo de los más de mil setecientos agricultores a del Valle de Val Venosta —en la parte occidental del Tirol del Sur, en Italia—, que cada año producen una media de trescientas veinticinco mil toneladas, aseguran su calidad y crecimiento con técnicas de cultivo naturales de manera uniforme. Cada variedad es diferente y juntas destacan por su forma, color, aroma, textura, pero, sobre todo, por su sabor y procedencia singular del Paraíso de las Manzanas.
Y es que las manzanas pueden contener hasta trescientos sabores diferentes, además de una enorme diversidad aromática. Entre sus características principales, además de ser una fruta deliciosa y uno de los alimentos más completos, es que son adecuadas para tomar diariamente y en varios momentos de consumo: desayuno, postre, merienda, tentempié, pero también en la cocina, en elaboraciones de repostería o en recetas tan sugerentes como esta Crema de ricota con dos manzanas Val Venosta, una receta ofrecida por Val Venosta Süditrol.
Crema de ricota con puré y crujiente de manzana
INGREDIENTES
Para 4-6 porciones
- Para la crema de ricota: 250 g de ricotta de leche de vaca | 150 g de yogur natural | 25 g de azúcar | ½ vaina de vainilla (las semillas) | ½ limón (la cáscara) | 100 m de nata líquida
- Para el puré de manzana: 1 limón (el zumo) | 2 manzanas Pinova | ½ vaina de vainilla (semillas) | Azúcar al gusto
- Para las manzanas crujientes: ½ limón (zumo) | 1 manzana Pinova | 3 hojas de menta
- Y además: 3 cucharadas de avellanas tostadas | hojas de menta
ELABORACIÓN
Crema de ricotta y yogur. Ponemos la ricotta bien escurrida en un tazón, añadimos el yogur natural, el azúcar, las semillas de media vaina de vainilla y la cáscara rallada de medio limón previamente lavado y secado, y mezclamos bien todos los ingredientes (mejor con unas varillas eléctricas). Batimos la nata y la incorporamos a la mezcla de ricotta y yogur con una espátula y movimientos de abajo hacia arriba. Cubrimos el bol con film plástico y reservamos en el frigorífico.
Puré de manzana. Exprimimos el limón y vertemos el zumo en una cacerola. Lavamos y pelamos las manzanas, quitamos el corazón, las cortamos en daditos, los añadimos a la cacerola y mezclamos. Luego añadimos las semillas de media vaina de vainilla y azúcar al gusto, y dejamos cocinar durante unos 10 minutos con la tapa puesta hasta que las manzanas se hayan ablandado, revolviendo de vez en cuando y añadiendo un poco de agua si se secan demasiado. Cuando las manzanas estén cocidas, las pasamos a un recipiente con alto y trituramos. Reservamos dejando enfriar.
Crujiente de manzana. Exprimimos el zumo de medio limón y lo vertemos en un tazón. Lavamos la manzana, quitamos el corazón y cortamos en pequeños dados que añadimos al tazón con el limón, mezclando bien. Lavamos y secamos las hojas de menta, las trituramos y añadimos a los daditos de manzana, revolviendo todo.
Una vez que el puré de manzana se haya enfriado, o por lo menos esté menos caliente, procedemos a componer los tarros. Comenzamos extendiendo el puré de manzana en el fondo de cada vaso pequeño, luego continuamos añadiendo 2 cucharadas de ricotta y yogur, luego dividimos las manzanas crujientes en vasos pequeños y, finalmente, otra capa de ricotta y yogur. Terminamos decorando con avellanas tostadas y algunas hojas de menta previamente lavadas. Guardamos los tarros en la nevera hasta que el momento de servir.
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