En Bilbao, y en todo el País Vasco, una de las actividades más populares y tradicionales es ir de pintxos, alternar de bar en bar tomando un zurito —un poco menos de una caña de cerveza— o un txikito, un vasito de vino acompañado de los ya famosos pintxos vascos, verdaderas elaboraciones de cocina en pequeño formato.
Originariamente, el pintxo era una pequeña rebanada de pan sobre la que se colocaba una ración de comida y, para que se sujetara, se usaba un palillo. Sin embargo, esa imagen tradicional ha ido evolucionando y hoy en día el pintxo representa la alta cocina hecha miniatura. Sabores elaborados y concentrados en pequeñas delicatesen.
La zona más popular para realizar el poteo es el Casco Viejo de Bilbao, una zona repleta de bares con diferentes pintxos. Pero, ¿qué es lo más habitual y cuáles son las costumbres populares cuando se va de pintxos? El hotel Barceló Bilbao Nervión, experto en planes gastronómicos, ha querido ofrecer unos sencillos consejos para aprender de una manera exprés a ir de pintxos por Bilbao.
- Si se trata de un pintxo frío suele estar disponible en la barra y se coge directamente.
- Los pintxos calientes se piden al camarero, ya que si se dejaran en la barra se enfriarían y perderían sabor.
- Cuando se va de pintxos, lo normal es tomar una consumición (pintxo y bebida) por bar y luego ir a otro local.
- Se suele pagar al final, es costumbre de las cuadrillas pagar por rondas o poner un bote antes de empezar. Nada de pagar cada uno lo suyo en un bar.
Ocho pintxos vascos
Seleccionar siempre es difícil si la variedad es buena. En cuestión de pintxos las opciones son infinitas pero el hotel Barceló Bilbao Nervión propone ocho pintxos.
- La Gilda, una banderilla verde ensartada con un filete de anchoa, guindillas tiernas y una aceituna manzanilla. Los tres ingredientes regados con un chorrito de aceite de oliva y un punto de sal.
- Tigres, el mejillón de toda la vida hecho al vapor y relleno con una bechamel a la que se añade un sofrito de cebolla, pimiento rojo y verde, todo bien picado. Se rellena la cáscara y se reboza con harina y pan rallado para freír.
- Txangurro, hojaldre de centollo. El sabor del mar hecho pintxo.
- De bacalao, simple y sencillo. Gratinado sobre tosta de pan es la mejor opción.
- Gambas a la gabardina, otro clásico de los pintxos. La auténtica gamba del Cantábrico recubierta por una fina fritura.
- Tortilla, uno de los platos más representativos de la gastronomía española y una opción deliciosa con la que acertar siempre que se dude.
- Fritura variada. Es un valor seguro de los poteadores profesionales, el frito por excelencia es la croqueta o los croquetones.
- Txaka, carne de cangrejo con mahonesa y salmón que se sirve fresquita sobre una tosta de pan crujiente.
