La gastronomía local leonesa ha estado durante siglos, y sigue estando representada por una cocina de exquisitos manjares, de platos de cuchara contundentes, de suculentas carnes y embutidos, de ricos platos de la huerta y de deliciosos postres caseros, todos ellos basados en la calidad natural de las materias primas.
Con los frutos de la abundante caza se ha desbordado la imaginación, y liebre, conejo, perdiz, codorniz o jabalí se cocinan a la cazuela, guisados o estofados. El cerdo es en León el padre de auténticos pecados: morcilla, chorizo, jamón, lomo… embutidos artesanales que, con el tratamiento ‘al humo’, conservan el sabor a la antigua usanza, sin olvidar el embutido estrella, la cecina.
Además, existen platos muy destacados de la provincia, como el Botillo del Bierzo, el Cocido maragato, la Olla berciana, la trucha —excelente, gracias a los miles de kilómetros de ríos trucheros que recorren la provincia— con un lugar destacado en los restaurantes y bares de la ciudad.
Pero la mesa leonesa no ha querido sustraerse de las nuevas tendencias en su cocina y así han ido surgiendo restaurantes que experimentan nuevos platos, nuevas combinaciones de sabores, que en sus cartas combinan con las recetas más tradicionales. El resultado, una oferta culinaria en toda la provincia con propuestas tan sabrosas como este Lechazo relleno de ciruelas negras yogurt de leche de oveja con cardamomo, salsa de lechazo perfumada con limón verde, una receta ofrecida por la Asociación de Productores Alimentos Artesanos Montañas del Teleno y la Diputación de León.
Lechazo relleno de ciruelas, yogurt con cardamomo y salsa de limón verde
INGREDIENTES
- 1 Lechazo Montañas del Teleno
- Ciruelas negras
- 1 Limón verde
- Semillas de cardamomo
- 1 Yogurt
- Agua y azúcar para almíbar
ELABORACIÓN
Confitar el lechazo en un vacío a 70 ºC unas dieciocho horas.
Deshuesar y hacer en forma de rulos, introduciendo en el centro las ciruelas negras trituradas (textura de crema), tostar la piel del lechazo.
Para la salsa del lechazo, reducir limón con almíbar, unirlo a un jugo de lechazo suave, sin tostar y muy clarificado. Confitar la piel del limón, cortada en juliana muy fina, en almíbar.
Tostar las semillas de cardamomo, triturarlas y unirlas con el yogurt.
Presentar el lechazo con la piel encima tostada, salsear por encima, acompañada de un conjunto con la piel del limón, y otro con el yogurt.





