Las propuestas reutilizables y con monomateriales han sido las principales protagonistas en la edición 2023 de los Premios Nacionales de Envase como respuesta a las necesidades de las empresas para adaptarse a las exigencias del reciente Real Decreto de Envases y Residuos de Envase.
Envases para alimentación que se pueden reutilizar y recargar, soluciones de envases monomateriales para el mercado del take away, innovadores sistemas de packaging inteligentes para el envío de medicinas con drones desde los hospitales a los pacientes de forma segura…
Son algunas de las propuestas ganadoras de la XIV edición de los Premios Nacionales de Envase y Embalaje, que se celebró ayer jueves en Valencia con la participación de un total de 636 alumnos de 25 centros educativos. Los Premios son una iniciativa del Cluster de Innovación en Envase y Embalaje en la que, con el objetivo de establecer un punto de conexión entre los alumnos y las empresas del sector, las empresas plantean una serie de retos y necesidades de envase y embalaje, y los alumnos proponen sus mejores soluciones.
Premios Nacionales de Envase. Los ganadores
Y en esta edición 2023 los ganadores tienen en común ser soluciones novedosas para que las empresas puedan adaptarse a la revolución legislativa que ha supuesto la entrada en vigor del Real Decreto de envases y residuos de envases o del impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables, entre otros:
Envases monomateriales para Take-away. Hinojosa propuso a los alumnos rediseñar envases take-away con envases de papel o cartón y empleando los mínimos elementos posibles. Los ganadores de este reto han sido María Azañón, Alba López y Javier Maldonado de la Universidad Politécnica de Madrid con Rediseño take away comida asiática, una propuesta que no solo se limita a reducir los envases utilizados en el servicio de comida a domicilio, sino que, consciente de la importancia de fidelizar al consumidor, crea un diseño ergonómico adaptado al usuario que consiste en dividir el recipiente en dos envases, uno para alimentos fríos y otro para calientes, garantizando su correcta conservación hasta la entrega final. Está hecho con un cartón multicapa fabricado con fibra de madera renovable, y un acabado con tecnología de dispersión en base de agua que lo hace resistente a líquidos y grasas.
Embalajes para drones que garantizan la seguridad sanitaria. El reto propuesto por Cabka era diseñar un sistema de contenedores para entregas de última milla con drones o sistemas autónomos, combinando la logística actual con las nuevas soluciones tecnológicas. El primer premio ha sido para Mireia Bernabeu de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA) con su proyecto Pharmabox, una nueva alternativa a la logística utilizada en el sector farmacéutico consistente en un conjunto modular de contenedores inteligentes, así como una mochila de protección, permitiendo personalizar la forma de envío a la sanidad pública española y adaptarla al medio de transporte más adecuado y garantizando la seguridad sanitaria del paciente, que no tiene que desplazarse de su hogar para adquirir los medicamentos.
Un envase que ‘estará contigo donde quiera que vayas’. ITC Packaging planteó a los estudiantes crear un envase reutilizable para alimentos. En este reto la galardonada ha sido Sandra Marcela Palacios de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA) con su proyecto Snack GO!, un nuevo concepto de envase para los snacks almacenando dos tipos de aderezos para acompañar el producto y permitiendo su reutilización una vez consumido. Se trata de una nueva forma de consumir, en este caso, palitos de apio y zanahoria. Gracias a su práctico tamaño, el consumidor podrá llevarlo consigo y utilizarlo para diversos usos, como almacenar otros snacks como frutos secos, frutas u otro tipo de verduras.
Otra forma de envasar las frutas a granel. Logifruit retó a los estudiantes a diseñar un envase para las frutas y verduras a granel que pueda realizar el circuito actual de distribución y a la vez sea caja expositora. El proyecto ganador ha sido Modelo 312, de los alumnos Pablo Alfonso, Carlos Gutiérrez, Eva Lawn y Victorina del Carmen Parra de la Universidad Politécnica de Madrid. Este proyecto es totalmente disruptivo, ya que su envase está compuesto por palas que tienen función tanto de expositor como de herramienta para que el consumidor se sirva a granel la fruta que desee.
Un reloj de arena como champú. Laboratorios Maverick propuso a los estudiantes el diseño de una nueva línea de envases cosméticos que esté fabricada con materiales sostenibles y que, al terminarse el producto, el consumidor pudiera reutilizarlo para otros usos. Los ganadores del reto han sido Ana Barrueco, Constanza Frías, Virginia Martin y Loreto Miguel de la Universidad Politécnica de Madrid gracias a su proyecto Silver Tinting, un innovador diseño consistente en un champú con forma de reloj de arena que gracias a su carcasa exterior permite contar el tiempo en periodos de 30 segundos asegurando el cumplimiento de los tiempos necesarios para el correcto uso. Este envase no solo permite la reutilización del producto, sino que es una estrategia de marketing que sorprende al consumidor por su diseño tan único y diferente.
Almacenaje y envío en un mismo diseño. La compañía Encaja pidió a los alumnos crear un embalaje reutilizable, montable y desmontable, con una capacidad de plegado completa. El ganador ha sido el proyecto Caja Eco, de los alumnos Irene Camañes, Ana Cuenca, Sara Fuentelsaz y Ana Covadonga de la Universidad de Zaragoza, una caja cuyas grapas se pueden estirar, sirviendo tanto para el almacenaje como para el envío y sin necesidad de que el usuario utilice herramientas ni emplee demasiada fuerza para desmontarlo. Además, la grapa elástica crea una imagen de marca diferente que, unida a los tablones de aspecto artesanal, refleja los valores de la empresa.
