José Polo, sumiller del restaurante Atrio (Cáceres, dos estrellas Michelin) y al frente de este establecimiento junto con el chef Toño Pérez, recibirá el Gueridón de Oro, galardón que distingue la mejor atención en sala, entrando así en la prestigiosa lista que han obtenido este reconocimiento.
La bodega del restaurante Atrio está considerada como una de las más espectaculares que se pueden encontrar en el mundo, con más de 40 000 botellas y unas 2700 referencias distintas, una selección que, en opinión de la organización de San Sebastian Gastronomika “destila sabiduría y buen gusto”.
La bodega de José Polo
Una propuesta que empieza por su gran selección de champagnes, con cuarenta y cuatro bodegas, de las cuales veintiocho son de pequeños propietarios que elaboran únicamente con sus propios viñedos, una de las claves de esta bodega donde conviven las grandes marcas conocidas y respetadas en todo el mundo con los más pequeños viticultores, propietarios de poco más de una hectárea y capaces de enseñarnos en cada botella el lugar donde nacen las uvas. También guarda colecciones únicas de vinos, marcas con las que todo conocedor sueña, y no en una sola añada. En Borgoña todos los Gran Cru, con Montrachet de la Romanée Conti desde 1987, la propia Romanée Conti representada por doce añadas, muchas de ellas también en magnum, once bodegas con su Clos de Vougeot, seis con su Chambertin.
Y junto a ellos, zonas más humildes y menos conocidas, vinos por los que se pelean los verdaderos entendidos. En Burdeos, los grandes Châteaux duermen reposadamente en los estantes de madera. Veintitrés añadas de Petrus — la más antigua de 1947—, veinticinco de Haut-Brion, veinticuatro de Lafite-Rothschild, con la cosecha 1929 como más vieja, veintisiete añadas de Latour, veintitrés de Margaux, cuarenta y dos de Mouton- Rothschild con los cuadros de los más grandes artistas vistiendo sus botellas.
Como guinda, la colección de Château d’Yquem, conservada y expuesta en una pequeña capilla, obra de arte de la arquitectura y el vino. Ochenta añadas diferentes, la más vieja de 1806, cuya botella ha entrado en la historia gracias a un accidente convertido, por suerte, después en leyenda.
